O bien las autoridades británicas no pueden protegerse de un ataque en su propio territorio o bien lo «montaron ellas mismas», estima la Cancillería rusa en relación al envenenamiento de Serguéi Skripal y su hija Yulia en la ciudad de Salisbury.

«La lógica elemental sugiere solo dos opciones posibles», observó Vladímir Yermakov, jefe del Departamento de No Proliferación y Control de Armas del Ministerio de Exteriores ruso, en una reunión con embajadores celebrada este miércoles en Moscú.

«O bien las autoridades británicas no son capaces de protegerse de un, hablando de modo figurado, atentado así en su territorio, o bien ellas mismas, directamente o indirectamente –no acuso a nadie de nada-, montaron el ataque contra la ciudadana rusa. No hay una tercera opción».

El funcionario destacó que Londres no comparte con Moscú los datos de la investigación y señaló que Rusia considera «absurdo» que le exijan explicaciones por este suceso. Además, expresó su sorpresa por el hecho de que las autoridades británicas no proporcionen acceso consular a la ciudadana rusa Yulia, violando así las normas internacionales.

La Cancillería rusa estima que el ataque contra los Skripal es «otra aventura toscamente amañada e ilegítima». Yermakov subrayó que Moscú no tiene nada que ver con el envenenamiento del exagente doble de inteligencia, ya que un acto así sería «inaceptable» para Rusia.