Al menos cuatro personas murieron y ocho resultaron heridas este domingo por el impacto de un proyectil con explosivos lanzado durante la tarde contra la sede del Gobierno provincial afgano de Kunduz, durante una serie de ataques insurgentes que el vocero del Gobierno provincial, Esmatulá Muradi, adjudicó a los talibanes.

Muradi afirmó que el obús -proyectil hueco con explosivos en su interior, que se dispara con esta arma de artillería- impactó en una zona en la que había militares jugando al voleibol y señaló a los talibán como responsables, replicó la agencia de noticias Europa Press.

«Los talibán tienen presencia a las afueras de la ciudad de Kunduz; es necesaria una operación a gran escala para impedir que los talibán ataquen la ciudad», explicó, por su parte, el diputado provincial por Kunduz Rabbani Rabbani a la televisora Tolo News.

En esa línea, según informó un portavoz de la Policía en la provincia de Badajshán, Sanaulá Rohani, durante los últimos siete días se realizaron operaciones contra los talibanes en Yaftal e Bala, cerca de la capital provincial Faizabad.

Mientras que hace algunas semanas las capitales provinciales Lashkargá, Faizabad y Kunduz son los focos de ataque, en las últimas 24 horas se constataron incidentes en 27 provincias afganas.

Además de Kunduz, se reportaron ataques en Kabul, Laghman, Nangarhar, Kunar, Nuristán, Paktia, Jost, Ghazni, Logar, Wardak, Paktika, Kandahar, Zabul, Uruzgán, Herat, Fará, Badghis, Ghor, Faryab, Yauzyán, Balj, Helmand, Nimroz, Baghlan, Tajar y Badajshán.

«El motivo de esta guerra es que algunos militares han abandonado sus puestos sin resistencia», denunció el diputado provincial por Helmand Attahulá Afghan.

A pesar de las conversaciones con el Gobierno afgano en la capital qatarí y del acuerdo de paz firmado con Estados Unidos el 29 de febrero pasado, los talibanes mantienen su campaña de ataques contra las fuerzas de seguridad bajo mando del Ejecutivo de Kabul.