Murió Amal Hussain, la niña de 7 años que mostró con su cuerpo y su mirada la impiedad humana expuesta como consecuencia de la guerra y la hambruna que afecta a Yemen.

Estaba en un campo de refugiados junto a su familia y no puedo ser trasladada a sólo 15 kilómetros de un hospital donde pudo haber sido atendida.

Esta pérdida, como la de otras 50.000 vidas, es el resultado del conflicto armado impulsado por los saudíes, que fue ampliamente difundido después de mostrarse al mundo las turbias circunstancias que rodean el asesinato Jamal Khashoggi en el consulado de ese país en Estambul.