El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, recibió hoy en Jerusalén al príncipe William, el primer miembro de la casa real británica que hace una visita oficial a Israel desde que terminó el mandato británico sobre Palestina y se fundó el Estado hebreo, en 1948.

En el tercer día de la histórica vista, el Duque de Cambridge visitó esta mañana el Museo del Holocausto (Yad Vashem), donde vio la exposición permanente y encabezó una ceremonia en la que encendió una antorcha y entregó un ramo de flores en la Cripta del Recuerdo en memoria de los seis millones de judíos exterminados por el nazismo.

Durante el recorrido, el príncipe, que se mostró conmocionado ante la exhibición de zapatos de judíos fallecidos, dijo que era «terrorífico» y que trataba de «comprender la magnitud» de lo ocurrido.

El viaje real, calificado como «histórico» por el comunicado de Kensington, es considerado como una prueba de equilibrio diplomático para el príncipe, que llega en medio de una paz estancada y una profunda crisis en esa conflictiva región del planeta.