Foto gentileza Olivier Fitoussi/Flash90

 

Miles de personas volvieron a salir este sábado a las calles de varias ciudades de Israel para reclamar la renuncia del primer ministro, Benjamin Netanyahu, cuestionado por su gestión de la pandemia de coronavirus en medio de una segunda ola de contagios y también por su relación con casos de corrupción por los que está siendo juzgado.

Las protestas, que vienen realizándose desde marzo los días sábados pero últimamente se repitieron también en días de semana, se concentraron principalmente durante la jornada en Tel Aviv, Jerusalén -en este caso frente a la residencia oficial del premier- y Cesárea, donde Netanyahu tiene una casa particular, según la agencia de noticias EFE.

“Cansados y frustrados” fue la consigna más repetidas entre las pancartas que portaban los manifestantes, entre cientos de banderas israelíes y negras; estas últimas, insignias del movimiento de protestas contra el jefe del gobierno.

Desde hace dos semanas, al movimiento Bandera Negra -que comenzó a protestar por los casos de corrupción que involucran a Netanyahu- se sumaron diferentes organizaciones y grupos de desempleados y otros sectores afectados por la cuarentena.

El líder de Bandera Negra y jefe de la oposición, Yair Lapid, acusó esta semana al primer ministro de haber “perdido el control” y le exigió que renunciara.

Netanyahu calificó al movimiento de protesta de “izquierda anarquista” y acusó al Canal 12 de televisión de “echar nafta al fuego” por dar cobertura a las manifestaciones, según el diario Times of Israel.

Mientras tanto, una encuesta publicada ayer por el diario Yediot Ahronot indicó que 78% de los jóvenes cree que el gobierno está desconectado del interés público.

Paralelamente, Israel está enfrentando una segunda ola de contagios de coronavirus, con un promedio de 2.000 casos nuevos por día en las últimas semanas y 54.369 infecciones y 427 muertes desde el comienzo de la pandemia, según el último balance de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Todavía estamos tratando, tanto como sea posible, de evitar un cierre general, pero si es necesario, lo haremos porque nuestro principio rector es salvar vidas, y ese es el valor supremo», dijo ayer Netanyahu en un mensaje televisado.