El Gobierno de los Países Bajos impondrá un precio máximo a los alquileres de más de 300.000 viviendas, con el objetivo de mejorar el poder de compra de la clase media.

Bajo el nuevo plan, que se aplicará desde enero de 2024, el precio de los alquileres de las mismas bajará en un promedio de 190 euros (US$ 202) por mes.

Casi el 75% de las tres millones de propiedades en alquiler en el país europeo son viviendas sociales, cuyos valores de renta son fijos y poseen un tope máximo. Se trata del mayor porcentaje en toda Europa, de acuerdo con un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Para calificar a este tipo de alquileres -controlados estrictamente por el Gobierno y cuyo valor mensual máximo actual es de US$ 813- las familias no deben reunir un salario anual superior a los US$ 43.440 anuales.

Del mismo modo, el país creó diversas leyes para reconvertir espacios en desuso en viviendas sociales en alquiler, y estableció un sistema de puntos mediante el cual una parte del mercado -las casas más grandes, con mayor eficiencia energética y de mayores prestaciones- queda por fuera de la porción social, con precios controlados.

Hasta este miércoles, dentro de dicho sistema, las viviendas que llegan hasta un tope de 142 puntos se clasifican como viviendas sociales y tienen un tope en el alquiler.

El plan del ministro de Vivienda, Hugo de Jonge, es expandir la cantidad de hogares con precios regulares a todas las casas que sumen hasta 187 puntos inclusive, sumando así a más de 300.000 viviendas.

Las nuevas propiedades que se sumen al sistema tendrán un alquiler máximo de US$ 1.172 mensuales, y el valor se actualizará anualmente según la inflación.

La medida responde a la enorme escasez de hogares que afecta especialmente a la clase media.

Los propietarios que no cumplan con el nuevo sistema reglamentario y los topes recibirán multas, anticipó el funcionario, quién a su vez indicó que diversas cooperativas e inversores institucionales planean construir, para 2030, 100.000 viviendas destinadas a quienes perciban ingresos medios.

Mientras que, para el Gobierno, las nuevas medidas le darán más protección a los inquilinos y mayores incentivos a los propietarios, algunos piensan lo contrario.

Peter Boelhouwer, profesor de sistemas habitacionales en TU Delft University, advirtió en diálogo con la agencia Bloomberg que las nuevas disposiciones implicarán una menor actividad de construcción y que, junto con las mayores tasas de interés que impactan a toda Europa, la escasez de propiedades se podría agravar aún más.