La Policía se ha visto obligada a usar gases lacrimógenos contra una multitud que ha intentado irrumpir en el edificio del Parlamento de Líbano, culpando a las autoridades por la trágica explosión en Beirut. Los manifestantes intentaron romper barricadas y arrojaron piedras.

Las imágenes muestran a oficiales antidisturbios, equipados con escudos, avanzando para dispersar a la multitud en las calles centrales, mientras el gas lacrimógeno se dispersa en el aire.

Muchos de los manifestantes inconformes con la situación, usando máscaras faciales, arrojan objetos contra las fuerzas de seguridad y se niegan a retirarse.

En otras imágenes difundidas por medios locales se puede ver a miles de personas congregadas en la Plaza de los Mártires de Beirut.