El gobierno federal de Estados Unidos reforzó el sábado la ayuda en California con el envío de miles de bomberos para contener una serie de incendios que han dejado seis muertos y destruido miles de edificaciones.

El mayor de los incendios que amenazan al estado casi se ha duplicado en tamaño, mientras que otro empujó a miles de personas a huir y un tercero forzó el cierre parcial del popular Parque Nacional Yosemite.

Dos niños y su bisabuela de 70 años murieron en el incendio conocido como Carr. Las llamas también cobraron la vida de dos bomberos, mientras que otro falleció en el incendio identificado como Fregunson.

En una declaración de emergencia para California, el presidente Donald Trump ordenó «ayuda federal para complementar los esfuerzos de respuesta estatales, comunitarios y locales debido a las condiciones de emergencia que resultaron de un incendio forestal que comenzó el 23 de julio», dijo la Casa Blanca.

La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias «está autorizada a identificar, movilizar y proporcionar, a su discreción, el equipo y los recursos necesarios para aliviar los impactos de la emergencia», concluyó.