El presidente de Rusia, Vladimir Putin habló ante la Asamblea Federal de su país, hizo eje en las circunstancias por las que atraviesa la intervención militar a Ucrania y aseguró que “es imposible derrotar a Rusia en el campo de batalla”.

Durante la alocución en la que se dirige no solo a los legisladores, sino también a la sociedad en su conjunto, el titular del Ejecutivo expuso: «Pronuncio este discurso en un momento difícil para nuestro país, un momento de cambios importantes e irreversibles en todo el mundo y de grandes acontecimientos históricos que determinarán el futuro de nuestro país y de nuestro pueblo, en un momento en el que cada uno de nosotros tiene una enorme responsabilidad».

Después de recordar la decisión de lanzar la operación militar especial el 24 de febrero del año pasado, Putin detalló: «Desde 2014, el Donbas ha luchado, ha defendido el derecho a vivir en su propia tierra, a hablar su lengua materna, ha luchado y no se ha rendido bajo el bloqueo y los constantes bombardeos, el odio inconfesable del régimen de Kiev, ha creído y ha esperado que Rusia acudiera al rescate».

Más adelante, indicó que Moscú hizo todo lo posible para solucionar el problema por vía pacífica, y mostró mucha paciencia, pero que detrás de sus espaldas se estaba preparando un escenario diferente.

«Nosotros estamos defendiendo nuestro hogar y las vidas de las personas, mientras que el objetivo de Occidente es un poder ilimitado», dijo Putin, para inmediatamente subrayar: «Tienen la intención de convertir el conflicto regional en la confrontación global. Así es cómo lo entendemos y responderemos en consecuencia, ya que se trata de la existencia de nuestro país. Ellos no pueden no darse cuenta de que es imposible derrotar a Rusia en el campo de batalla».

Asimismo, durante su discurso en la Asamblea Federal, el presidente ruso especificó a continuación: «Ninguno de ellos toma en cuenta las víctimas humanas y las tragedias porque lo que está en juego, por supuesto, son billones de dólares, la capacidad de seguir robando a todo el mundo, bajo el disfraz de palabras sobre democracia y libertades, para imponer valores neoliberales, totalitarios en esencia, etiquetando a países y pueblos enteros, insultando públicamente a sus líderes, reprimiendo la disidencia en sus propios países, creando una imagen del enemigo, distrayendo a la gente de los escándalos de corrupción».

En otro sentido, y refiriéndose a las sanciones internacionales que afectan a Rusia, Putin estimó que los occidentales «no han llegado a nada y no llegarán a nada», pues la economía rusa resistió mejor que lo que habían previsto los expertos.

«Hemos garantizado la estabilidad de la situación económica, protegido a los ciudadanos», señaló el presidente ruso, estimando que Occidente no logró «desestabilizar» a la sociedad rusa.

Más adelante, Putin fue más allá al decir que el Ministerio de Defensa de su país debe “preparar las pruebas de los ensayos necesarios” al respecto del armamento nuclear: “Si este tipo de ensayos los tiene Estados Unidos entonces nosotros también vamos a ensayar nuevas municiones nucleares”

“Hoy estamos atravesando una etapa difícil y lo estamos haciendo juntos nos estamos guiando con el ejemplo de nuestros antepasados y nosotros estamos avanzando solo gracias a nuestro amor a la patria y a nuestra unidad, y esa unidad se hizo obvia después de iniciar la operación especial porque muchos voluntarios vinieron a los centros militares para ser reclutados, ahora allí en el frente, luchan combatientes de todas las regiones y rezan en idiomas diferentes pero todos están unidos por el deseo de ganar por la patria”, finalizó el mandatario ruso.

Suspensión del acuerdo nuclear

En otro pasaje de su discurso, Vladimir Putin, suspendió este martes la participación de su país en el único acuerdo bilateral de desarme nuclear que existe con Estados Unidos y acusó a las potencias occidentales de planar convertir el conflicto en Ucrania en un escenario de «confrontación global».

«Rusia suspende su participación en el Tratado sobre la Reducción de Armas Estratégicas (conocido como New Start)», dijo Putin en su mensaje a la Asamblea Federal y calificó de «un teatro de absurdo» los llamamientos de la OTAN a que su país «vuelva a cumplir» con el tratado y permita que los expertos occidentales inspeccionen las instalaciones militares y nucleares rusas en la actual situación de confrontación.

Firmado en 2010, este tratado es el último acuerdo bilateral de este tipo que vincula a ambas potencias.

Rusia ya había anunciado a principios de agosto la suspensión de las inspecciones estadounidenses previstas en sus instalaciones militares en el marco del acuerdo, asegurando actuar en respuesta a los obstáculos estadounidenses a las inspecciones rusas en Estados Unidos.

«Quieren infligirnos una derrota estratégica y atacan nuestras instalaciones nucleares, por lo que me veo obligado a anunciar que Rusia suspende su participación en el Tratado (New) Start», declaró el presidente ruso.