En los primeros días de diciembre, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, dio su mensaje anual a la Asamblea Federal ante más de mil personas, en el salón San Jorge, del Kremlin. Empezó elogiando a los militares rusos que combaten el terrorismo, y pasó luego a presentar a las viudas de los dos soldados “que fueron asesinados por Erdogan” (el presidente turco), para quienes pidió un minuto de silencio. “Rusia conoce desde los 1990 cuál es la agresión del terrorismo internacional”, dijo, y agregó que “el terrorismo nunca será derrotado por un solo país.

En su discurso, y según lo consigna larouchepac.com, Putin señaló que “países que otrora eran pacíficos y estables, como Iraq, Libia y Siria, se han hundido en el caos y la anarquía que representa una amenaza para todo el mundo. “Todos nosotros sabemos por qué ha sucedido esto. Todos sabemos –agregó- quién decidió derrocar a los gobiernos indeseables e imponer brutalmente sus propias reglas. ¿A dónde los ha llevado todo esto? Fomentaron problemas, destruyeron la condición de Estado de esos países, azuzaron a las poblaciones unas contra otras, y después ‘se lavaron las manos’, como se dice en Rusia, abriéndole así el camino a los activistas radicales, extremistas y terroristas”, enfatizó el presidente ruso.

Paralelo histórico

Luego pasó a comparar la situación actual con la que llevó a la Segunda Guerra Mundial, con todo lo que ello significa para Rusia.

“La comunidad internacional –dijo- debería de haber aprendido las lecciones del pasado. El paralelo histórico en este caso es innegable. La renuencia para unir fuerzas contra el nazismo en el siglo 20 nos costó millones de vidas en la guerra más sangrienta en la historia de la humanidad. Hoy estamos de nuevo cara a cara frente a una ideología destructiva y bárbara y no podemos permitir que estas fuerzas oscuras de la era moderna logren sus objetivos”.

Dura crítica a Turquía

Luego se enfocó sobre Turquía expresando que “nosotros sabemos quienes se están llenando los bolsillos en Turquía y están dejando que prosperen los terroristas con la venta del petróleo que le roban a Siria. Los terroristas utilizan estos ingresos para reclutar mercenarios, comprar armamento y planear ataques terroristas inhumanos en contra de ciudadanos rusos y el pueblo de Francia, de Líbano, de Mali y otras naciones. Nosotros tenemos presente que los militantes que operaban en el Cáucaso norte en los 1990 y 2000 encontraron refugio y recibieron ayuda moral y material de Turquía. Todavía los encontramos ahí.

“Nunca olvidaremos su contubernio con los terroristas”, dijo Putin. “Siempre hemos considerado la traición como lo peor y lo más vergonzoso que puede haber, y eso no va a cambiar nunca. Yo quisiera que recordaran esto; aquellos en Turquía que le dispararon por la espalda a nuestros pilotos, esos hipócritas que trataron de justificar sus acciones y encubrir a los terroristas”.

Señaló más adelante que “ni siquiera puedo entender por qué lo hicieron. Cualquier problema que pudieran haber tenido, cualquier problema, cualquier desacuerdo del cual no sabíamos nada, pudo haberse resuelto de una manera diferente. Además, estábamos listos para cooperar con Turquía en todos los asuntos más delicados que tenían; estábamos dispuestos a ir más allá, a donde se niegan a ir sus aliados. Solo Alá sabe, creo yo, por qué lo hicieron. Y probablemente Alá decidió castigar a la pandilla gobernante en Turquía privándolos de la mente y la razón”, enfatizó Putin.

Y dijo finalmente: “Pero, si ellos esperan una reacción histérica y nerviosa de parte nuestra, si ellos quieren vernos convertidos en un peligro para nosotros mismos así como para el mundo, no entienden nada. No van a encontrar en nosotros ninguna respuesta que sea un desplante de fuerza o ni siquiera para obtener una ganancia política inmediata. No la van a tener”.

Análisis

Según LaRouche, “Putin está señalando aquí al aparato mundial de asesinatos de Barack Obama” al que comparó “con el aparato de asesinatos creado en Francia en la década de 1790 por el imperio británico, que asesinó a la oligarquía francesa y luego a lo más selecto y más talentoso de los ciudadanos franceses. Este aparato de asesinatos continuó a través del siglo 19, en el imperio de Napoleón I y el de Napoleón III”.