La cadena estadounidense de tiendas comerciales Sears, que existe desde hace 132 años y es una de las firmas más emblemáticas del país norteamericano, pero vive horas decisivas para su futuro ya que se declaró esta semana en bancarrota.

Sears se suma a la lista de numerosas empresas similares que van cayendo víctimas de la “nueva era tecnológica” al no terminar de adaptarse a los nuevos hábitos de consumo, y la irrupción de la venta en línea liderada por compañías como Amazon.

No obstante, la reconversión o falta de ella para adaptarse al e-commerce, no es el único motivo que algunos analistas aducen para el mal momento de la compañía, y señalan a la dirigencia, en especial al anterior gerente, presidente y mayor accionista del holding, Eddie Lampert.

Es uno de los hombres más ricos de EE.UU y una “lobo de Wall Street”, maneja el fondo de inversiones ESL Investments y su fortuna asciende a US$1.100 millones, según publicó la revista Forbes.

La famosa revista le achaca de lleno el “fracaso” de la quiebra. «Asumió el cargo de director ejecutivo del gigante minorista en problemas Sears Holdings (Sears, Kmart, Kenmore) en 2013 con la esperanza de cambiar su rumbo, pero fracasó estrepitosamente», sentenció en una reciente publicación.