Seis de cada diez británicos apoyarían hoy la vuelta del Reino Unido a la Unión Europea, siete años después del histórico referendo en el que la mayoría aprobó el Brexit, según una encuesta.

Se trata de un estudio de la consultora YouGov, que reveló que 58,2 % de los británicos, dejando de lado a los que se abstendrían o están indecisos, votaría por reingresar a la UE si se planteara la oportunidad.

En cuanto a la votación de 2016, solo 18 % de los que apoyaron el Brexit (51,9 %) considera ahora que la decisión fue beneficiosa.

Según la encuesta, publicada por el diario The Guardian, la proporción de ciudadanos y ciudadanas del Reino Unido que favorecen el reingreso a la UE alcanzó su máximo nivel desde 2016, conforme las realidades económicas del divorcio del bloque comunitario se hacen más evidentes.

A medida que la economía del Reino Unido sigue experimentando las repercusiones de su salida de la UE, el 58,2 % de los encuestados percibe que el Brexit está teniendo un impacto negativo en la economía, lo que supone un incremento de ocho puntos porcentuales respecto de una medición hecha hace dos años.

A pesar de la creciente simpatía hacia la UE, aún persiste un cierto escepticismo respecto de esa eventual vuelta al bloque: 51 % de los encuestados cree que es poco probable que ello vaya a ocurrir en el futuro.

Formulada la pregunta al revés, el 29 % de las personas encuestadas ahora cree que el país volverá a la UE, frente a 21 % a principios de 2021.

Además, el estudio afirma que la confianza de los británicos en el futuro de la UE parece estar en alza, e incluso por sobre las expectativas que la ciudadanía tiene depositadas en el propio Gobierno.

En efecto, los británicos mostraron una mayor confianza en la Comisión Europea (25 %) que en el Gobierno que encabeza Rishi Sunak (24 %).

Sin embargo, esta tendencia no es exclusiva del Reino Unido ya que, según la encuesta, el sentimiento pro-UE parece estar también en alza en toda Europa.

En Francia e Italia, tradicionalmente entre los estados miembros más escépticos hacia la UE, 62 % y 63 % respectivamente votarían por permanecer en el bloque en un hipotético referendo.

La encuesta muestra que uno de los problemas más visibles que dejó la salida de la UE es la falta de mano de obra en numerosos sectores a causa del fin de la libertad de movimiento, que impactó en numerosas industrias que van desde la agricultura hasta la atención sanitaria.

Los vacíos en las estanterías de los supermercados y los retrasos en las cadenas de suministro han sido imágenes cotidianas, lo que expuso la dependencia del Reino Unido de la mano de trabajadores procedentes de distintos países europeos, en especial los oriundos de ex repúblicas soviéticas.

El impacto también se verificó en el sector financiero, ya que hubo una fuga de empresas de Londres hacia otros centros financieros de la UE.

A su vez, las complejidades burocráticas y las barreras comerciales han afectado tanto a las pequeñas empresas como a las grandes corporaciones.

El referendo sobre si el Reino Unido debía salir o no de la UE se celebró el 23 de junio de 2016. La opción por el Brexit obtuvo 51,9 % de los votos, mientras que la negativa a abandonar el bloque alcanzó 48,1 %.