Organizaciones de derechos humanos y sectores de la oposición reprocharon al presidente Sebastián Piñera su decisión de no realizar hoy un acto oficial para conmemorar los 46 años del golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende y dio inicio a la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), una herida irreconciliable que aún divide aguas en Chile.

La presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, Alicia Lira, emplazó al mandatario a asumir una postura «que represente a todo el país» y acusó al gobierno de sumarse al negacionismo, informó el portal de noticias chileno BioBío.

«Piñera es el presidente de todos los chilenos y tiene la obligación de conmemorar una fecha tan trágica para este país. Están sumándose a la política del negacionismo: hay que recordar que muchos de ellos (los funcionarios del actual gobierno) fueron cómplices de la dictadura cívico-militar», declaró Lira.

«No tienen convicciones democráticas», clamó la dirigente, que recordó que en el país «hay más de 900 detenidos-desaparecidos de los que aún no aparecen sus restos».

El presidente del Partido Socialista, Álvaro Elizalde, en tanto, dijo que la decisión de Piñera responde a las diferencias que genera la fecha al interior de la coalición gobernante «Chile Vamos», donde hay quienes fueron partidarios de la dictadura.

«Nos parece que esta es una fecha para recordar en una perspectiva de futuro y no olvidar lo que pasó en nuestro país. Este enorme quiebre que significó un daño para nuestra convivencia», remarcó el líder socialista.

Ayer autoridades del gobierno anunciaron que no se realizarán actos oficiales, mientras el propio Piñera, consultado por la prensa, no aludió directamente al golpe y prefirió hablar de la transición.

«A 30 años del plebiscito de 1989 podemos tener la alegría y satisfacción de asegurar que Chile estuvo a la altura del desafío y que fuimos capaces de hacer una transición que es considerada ejemplar, no solamente en nuestro país, sino en el mundo entero, porque recuperamos nuestra democracia, nuestras libertades, el respeto a los derechos humanos y una mejor convivencia», remarcó.

El ministro del Interior, Andrés Chadwick, uno de los funcionarios aludidos por Lira y Elizalde por su participación en la dictadura (fue miembro de la comisión legislativa de la Junta Militar), explicó que la decisión de no hacer actos por esta fecha es que este año «no es significativo en comparación a otros», y que se debe avanzar a la normalidad de las actividades.

La oposición realizará diversas actividades junto a la estatua del ex presidente Allende, levantada a metros de La Moneda, entre ellas un acto y entrega de ofrendas florales.

El Partido Comunista marchará a las 11 de la mañana por la céntrica Alameda hasta la estatua del ex mandatario.

También se esperan «velatones» (encendido masivo de velas) en las inmediaciones del Estadio Nacional, el Estadio Chile y otros lugares emblemáticos de detención y tortura, como Villa Grimaldi, en el oriente de la capital chilena.

El pasado domingo miles de personas participaron en una «romería» (caravana homenaje) hacia el Cementerio General de Santiago para recordar a las víctimas de la dictadura, en una marcha convocada por organizaciones sociales.

La movilización terminó en represión e incidentes en su tramo final, cuando la columna de manifestantes llegó a las puertas del cementerio y grupos aislados de encapuchados lanzaron bombas molotov a los agentes antidisturbios, que respondieron con gases lacrimógenos y chorros de agua, y el arresto de una decena de personas.