Sindicatos italianos de la educación mostraron hoy sus reparos al «pase verde» obligatorio para el sector que estará vigente a partir del 1 de septiembre, como anunció ayer el Gobierno, y que puede derivar en la suspensión de goce de sueldo de quienes no presenten el certificado de estar libres de coronavirus.

«Nuestro sindicato siempre ha recomendado y sigue recomendando la vacunación contra la Covid-19 para el personal escolar para proteger su propia salud y la de los demás, pero siempre hemos dicho que nos oponemos a cualquier forma de inmunización impuesta de forma más o menos disfrazada con la introducción del pase verde obligatorio«, planteó en un comunicado Fania Gerardo, secretaria de organización nacional del gremio de administrativos y auxiliares Feder.ATA.

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Maddalena Gissi, una de las responsables del sector educación de la central sindical nacional CISL consideró que «sobre el pase verde para el personal escolar, el Gobierno ha actuado en términos cuestionables y en algunos aspectos inaceptables».

El Gobierno que encabeza Mario Draghi anunció ayer que a partir del 1 de septiembre, y para permitir el regreso de las clases presenciales tras la pausa estival, el «pase verde» de coronavirus será obligatorio para el personal docente y auxiliar de todos los niveles, además de para los alumnos secundarios.

El certificado, que se descarga al teléfono y ofrece un código QR, es gratuito y estará al alcance de las personas que tengan al menos una dosis de vacuna contra el coronavirus, a quienes se hayan recuperado de la enfermedad en los últimos seis meses y a quienes se hagan un test con resultado negativo con un máximo de 48 horas de antigüedad.

«Recordamos que muchas personas se encuentran en una situación particular que no está contemplada, en la que el médico del seguro de salud sugiere no vacunarse por problemas de salud. Pero si uno no puede vacunarse, no puede ser forzado», planteó en tanto Monica Capra, otra de las responsables del sector Escuela de la CISL.

En el primer día de vigencia del «pase verde» a nivel nacional, por el momento para eventos en lugares cerrados incluidos bares y restaurantes, el premier Draghi apoyó la medida y reafirmó la decisión de extenderlo al sector educativo.

«Si esto es suficiente no lo sabemos: todo se hace sobre la base de la evidencia de los datos de hoy. Pero todos hemos asumido el compromiso de que la escuela debe empezar de nuevo absolutamente», planteó en diálogo con la prensa parlamentaria italiana.