Rishi Sunak, el flamante primer ministro de Gran Bretaña, se convirtió en la primera persona no sajona que fue elegida para ese cargo, y más aún, el primero en detentar la máxima responsabilidad en las estructuras del Estado en toda Europa.

Para la gran mayoría, especialmente para los británicos que serán gobernados por él, sigue siendo un enigma y mucho de ello obedece a que se trata de un político cauteloso, rígido y callado. Es un hindú practicante que no come carne ni bebe alcohol.

No obstante, su propia historia personal, algunas de sus discretas consideraciones, como así también algunas acciones llevadas adelante en el espacio público ofrecen un esbozo de lo que les espera a los británicos bajo su mandato.

Entre otras particularidades, es también el primer ministro, como ningún otro, que fue a la elitista escuela privada Winchester, cuyo lema es “Los modales hacen al hombre”, por lo que son reconocidos por su delicada cortesía y su gran poder mental.

Más adelante fue a la escuela de élite después de crecer en Southampton y finalmente logró una beca para estudiar en la norteamericana Universidad de Stanford.

Después trabajó para Goldman Sachs y más adelante se asoció a las firmas de fondos de cobertura The Children’s Investment Fund Management y Theleme Partners. Además, fue director de la firma de inversión Catamaran Ventures, propiedad de su suegro.

La esposa de Rishi Sunak, Akshata Murthy, está provista de una fortuna personal de 515 millones de euros basada en su participación en la firma de su padre, Narayana Murthy, y es más rica que el rey de Inglaterra.

A través de su suegro, el segundo hombre de negocios más rico de la India, Sunak está alineado con los nacionalistas hindúes de su actual primer ministro, Narendra Modi.

Sunak y ¿el regreso económico de Thatcher?

Antes de ser primer ministro, Sunak había desempeñado el cargo de secretario de Hacienda del Gobierno de Boris Johnson, no sin alguna inquietante decisión.

Así, el diario The Guardian da cuenta que fue filmado en una fiesta de verano haciendo alarde de haber deshecho la política laborista,  cuando parecía mostrar su orgullo por desviar dinero de las ciudades pobres a pueblos más ricos como Tunbridge Wells.

“Me las arreglé para comenzar a cambiar las fórmulas de financiación para asegurarme de que áreas como esta obtengan la financiación que merecen”, había dicho Sunak a miembros del Partido Conservador.

Por otra parte, el nuevo premier británico, alabó a su antecesora de los años 80, Margaret Thacher, quien además de encabezar la guerra contra Argentina por las Islas Malvinas, supo sentar las bases del neoliberalismo junto quienes fueran por esas épocas presidentes de Estados Unidos: Ronald Reagan y George Bush padre.

“Ella logró múltiples victorias electorales y cambió este país para mejor”, dijo Sunak en tiempos de campaña.

Más adelante, Sunak agregó: “Si recuerdas sus primeros presupuestos y de hecho lo que teníamos que hacer como país en esa fase, aunque era difícil, ella entendió que primero hay que controlar la inflación y controlar el gasto público y préstamos. Ese era en gran medida su mantra… y ese es exactamente el mismo camino que quiero seguir”.

En otra oportunidad, también durante una campaña, aseveró: “Mis valores son thatcheristas. Creo en el trabajo duro, la familia y la integridad. Soy thatcherista, me postulo como thatcherista y gobernaré como thatcherista”.

«Ella sabía que hay que controlar la inflación: los recortes de impuestos financiados con préstamos no son un enfoque sensato, pero también esto… en realidad, algo que admiro y respeto de ella, y creo que muchos otros conservadores también lo hacen, si ella estaba preparada no solo para decir las cosas fáciles que la gente podría haber querido escuchar”, subrayó.

Enseguida redondeó al indicar: “Ella dijo las cosas que pueden haber sido difíciles de escuchar, pero que eran correctas para el país y tenía el coraje de sus convicciones. Y ese es el estándar al que me atengo. No quiero hacer promesas que no puedo cumplir. Y es por eso que creo que mis planes son los correctos para nuestra nación”.

Como referencia, y más allá de las palabras casi solemnes de Sunak, vale recordar que Margaret Thacher defendía el individualismo a ultranza al punto de afirmar: “No hay tal cosa como ‘la sociedad’”.

Consideraba la pobreza un defecto de la personalidad y acusaba a los homeless de estar en su situación por propia responsabilidad, pidiendo casas al estado sin hacer nada para cambiar su situación.

Incluso, llego a denominar como “parásitos” a todos aquellos ciudadanos que usaban los servicios públicos. Es por esto que llegó a reducir en casi seis puntos los programas sociales de ayuda.

“Debemos respaldar a los trabajadores, no a los gandules”, dijo Thatcher dentro de su campaña de criminalización contra los más pobres, que Owen Jones recogió en su libro, Chavs, la demonización de la clase obrera.

También permitió a los especuladores enriquecerse con las viviendas sociales, cuando asumió al poder en 1979, la pobreza era del 13,4 % y cuando se fue en 1990, alcanzaba el 22 %.

La “Dama de hierro” también privatizó el 20 % del sector público y sus 11 años de Gobierno fueron signados por una inmensa huelga de mineros que comenzó en 1984.

Fuentes: The Guardian, La Marea, La Vanguardia, Times of India,