Para los científicos Hans Lehrach y George Church, esperar la vacuna y convivir con restricciones a las libertades son opciones absolutamente innecesarias. También les parece inaceptable esperar que el 60 o 70 por ciento de la población logre la inmunidad del rebaño. La solución que proponen se basa en combinar la secuenciación genómica más avanzada con herramientas digitales y test, lo que permitiría deshacerse del virus rápidamente.

En un artículo en el diario alemán FAZ, los investigadores explican cómo este mix de técnicas podría ser la clave para terminar con la pandemia. “Ya tenemos las herramientas disponibles para poner fin a esta situación«, sostuvo Von Hans Lehrach, uno de los autores.

El estudio se basa en la posibilidad de pruebas de virus aceleradas, a partir técnicas génicas exhaustivas para el COVID-19. Los expertos, ambos de prestigio internacional, enfatizan que la infraestructura necesaria para su puesta en práctica podría establecerse en unos pocos meses. En un documento al que Infobae pudo acceder, explican cómo se debe proceder.

La solución que proponen se basa en combinar la secuenciación genómica más avanzada con herramientas digitales y test, lo que permitiría deshacerse del virus rápidamente (Kirsty Wigglesworth/Pool via REUTERS)

Una respuesta sencilla para un problema complejo

Pruebas masivas hogareñas para todos. Algo que parece sencillo, incluso que a priori podría suponer una utopia, es para estos genetistas una respuesta con respaldo suficiente. El analista genético Hans Lehrach es uno de los científicos de renombre internacional. Realiza trabajos en el Instituto Dahlem Max Planck de Genética Molecular y el Centro Dahlem de Investigación del Genoma y Biología de Sistemas Médicos de Alemania. Hace años, cofundó Alacris Theranostics en Berlín, una de las organizaciones de I+D germanas más importantes, y que hoy centraliza varios estudios para lograr vencer a la pandemia en curso. Por su parte, George Church es genetista, ingeniero molecular y químico, actualmente desempeñándose en el Robert Winthrop de Genética en la Facultad de Medicina de Harvard, además de sumar horas de investigación en el Instituto de Tecnología de Massachusetts.

La idea es simple: lograr que cada ciudadano reciba cinco pruebas de coronavirus que puede usar en su casa. Una muestra de saliva es suficiente. Esto tendría que ser enviado a un laboratorio regional y ser evaluado. Es importante que toda la población de una primera ciudad o región establecida para el ensayo realice las pruebas simultáneamente y no solo una vez, sino durante varias semanas seguidas. Luego del ensayo podría ser una iniciativa de escala global. Si cada ciudadano recibe cinco pruebas, se puede testear durante cinco semanas. Esto es para evitar que alguien tome la prueba un día, luego se infecte al día siguiente y así ingrese las estadísticas como negativas.

En Argentina existe, gracias al esfuerzo de un esfuerzo conjunto público-privado, el NEOKIT COVID-19, un test rápido de diagnóstico molecular creado por argentinos para detectar el coronavirus (MinCyT)

¿Pero cómo procesar un test masivo de coronavirus? Una máquina de test PCR convencional analiza hasta 384 muestras a la vez. Las máquinas de secuenciación de alto rendimiento logran alrededor de 20 mil millones de lecturas en un día o dos. Aunque parezcan complejo, estos dispositivos son poco espectaculares, algo así como una fotocopiadora con una pantalla. Técnicamente, tales dispositivos podrían usarse para procesar millones de muestras en paralelo en un centro de análisis en muy poco tiempo.

Un escaneo electrónico microscópico del virus SARS-CoV-2 (NIAID-RML/Handout via REUTERS)

Una inversión presente para pandemias futuras

El método que proponen incluso podría ser “low cost” ya que es sensiblemente más económico que el método de PCR. Mientras esta detección puede costar varias decenas de dólares, la secuencia de genes, solo unos cuantos centavos. Sin embargo la inversión inicial estaría relacionada con montar la infraestructura y aceitar la logística, dos desafíos claves para su éxito.

Para Lehrach, “la ventaja de este enfoque es que no tenemos que esperar nada. Podemos comenzar de inmediato, después de los preparativos adecuados”. Y agrega que “el virus debería desaparecer en unas pocas semanas». Como mínimo, aplicando esta propuesta, se podría reducir la cantidad de personas infectadas a un nivel que se pueda controlar mediante el seguimiento de contactos, utilizando el rastreo y aplicaciones digitales.

Hasta el momento, los investigadores están proponiendo esta iniciativa para probarla en Berlín, aunque no quisieron dar mayores presiones a la prensa alemana que publicó esta propuesta. Por ahora son cautos: “Es factible”.

Finalmente ambos explican que “en vista de la urgencia, deberíamos ser capaces de establecer colectivamente una infraestructura eficiente para las pruebas de toda la población en unos pocos meses y proporcionar los recursos necesarios”. Una inversión a futuro, ya que para los investigadores, el coronavirus no será la última pandemia que experimentará la humanidad.

Fuente: Infobae

Foto portada: Científicos estudian contrarreloj cómo vencer a la pandemia (REUTERS/Bing Guan)