Una nueva escalada violenta atraviesa el conflicto entre Palestina e Israel,  con bombardeos de Israel sobre la Franja de Gaza en represalia por el lanzamiento de varios cohetes desde el enclave costero, un día después de que diez palestinos murieron en Cisjordania ocupada a manos de fuerzas israelíes. Este escenario de violencia se desenvuelve previo a la visita a Jerusalén y Ramala del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, el próximo lunes y martes.

En la madrugada, un portavoz del ejército israelí informó que los bombardeos se realizaron «en respuesta a los ataques con cohetes desde la Franja de Gaza». «Aviones de combate de las Fuerzas de Defensa de Israel atacaron una base militar utilizada por la organización terrorista Hamás».

Los ataque aéreos se iniciaron desde Gaza con el lanzamiento de cinco cohetes que hicieron sonar las alarmas antimisiles en áreas israelíes que colindan con el enclave costero: tres de ellos fueron interceptados por el sistema de defensa aérea de Israel, otro cayó en zonas despobladas y otro dentro de la Franja de Gaza, según el Ejército israelí. No se registraron daños ni víctimas por estos cohetes.

En tanto, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, llamó a sus fuerzas a «estar preparadas (…) en caso de que sea necesario continuar actuando».

Redada Mortal

Este jueves, numerosas tropas israelíes irrumpieron en Yenín y mataron a nueve palestinos, entre ellos una anciana. Además, 20 personas resultaron heridas, cuatro de ellas, de gravedad.

El ejército israelí adujo que se trató de una incursión «antiterrorista» necesario para detener un supuesto ataque inminente por parte de la Yihad Islámica.

En tanto, la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna parcialmente Cisjordania ocupada, calificó la redada de «masacre» y dio por terminada la coordinación en Seguridad con Israel.

La operación en Yenín es «una extensión del patrón deliberado de conducta de Israel, lleva a cabo crímenes internacionales para avanzar en sus políticas y prácticas anexionistas», deploró el Ministerio de Asuntos Exteriores de la ANP este viernes.

Tras los funerales de las víctimas, entre los cuales hubo miembros de la Yihad, estallaron enfrentamientos entre palestinos y las fuerzas de Israel en varias latitudes de Cisjordania, que se saldaron con un muerto y al menos siete heridos.

Luego de la mortal redada, Hamás -el movimiento islámico que gobierna de facto la Franja de Gaza desde 2007- y la Yihad Islámica advirtieron con represalias, aunque hasta ahora ninguno se ha atribuido el lanzamiento de cohetes.

Sin embargo, el ala militar de Hamás, las Brigadas Al Qassam, afirmó que sus combatientes habían disparado armas antiaéreas y misiles tierra-aire contra los aviones bombarderos israelíes; mientras que el portavoz de la Yihad, Tariq Salmi, consideró que «la resistencia es un derecho legítimo» y que «el mensaje de la resistencia de Gaza es una clara advertencia al enemigo».

Habitantes de Gaza dijeron a la agencia Efe que escucharon el estruendo en el aire de aviones no tripulados y cazas del ejército israelí, así como varias explosiones en el centro de la Franja. Según ellos, más de 14 proyectiles fueron disparados.

Fuentes médicas palestinas dijeron que no se registraron heridos, pero la agencia oficial de noticias palestina, WAFA, aseguró que los bombardeos causaron graves daños a propiedades cercanas y provocaron un apagón eléctrico general.

Ante la escalada, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá esta tarde en sesión de urgencia y a puerta cerrada por petición de Emiratos Árabes Unidos, representante de la Liga Árabe en el Consejo, así como de China y Francia, informaron fuentes diplomáticas a la prensa israelí.

«El secretario general de Naciones Unidas debe asumir inmediatamente su responsabilidad y obligación y adoptar una decisión para la presencia y protección internacionales», alegó el Ministerio de Exteriores palestino.

Egipto, Catar y Naciones Unidas -habituales mediadores entre Israel y los grupos armados palestinos- han abogado por evitar una escalada mayor.

El año pasado, 170 palestinos -parte de ellos milicianos, pero también civiles desarmados- murieron en Cisjordania en incidentes con Israel, el año más violento en la zona desde 2006, tras el fin de la Segunda Intifada. En lo que va de 2023, ya son 30 las víctimas mortales en Cisjordania, un promedio de más de una por día.