Hamás afirma que cualquier acuerdo debe poner fin a la guerra y suponer la retirada total de Israel de Gaza, mientras que Israel dice que sólo aceptará pausas temporales en los combates hasta que Hamás, que gobierna Gaza desde 2007, sea erradicado.
Tras más de ocho meses de guerra, el avance de Israel se centra ahora en las dos últimas zonas que sus fuerzas aún no habían tomado: Rafah, en el extremo sur de Gaza, y los alrededores de Deir al-Balah, en el centro.
El presidente de Unidad Nacional, Benny Gantz, acusó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de priorizar sus intereses políticos a la resolución de la guerra y la liberación rehenes, y pidió que en los próximos meses se convoque a elecciones.
El presidente norteamericano declaró que un cese de fuego contribuirá a que la ayuda se distribuya de forma segura y eficaz a todos los que la necesitan.
El Ministerio de Salud de Gaza y el Servicio Civil de Emergencias dijeron que los equipos recibieron decenas de llamadas sobre posibles víctimas, pero no pudieron llevar a cabo ninguna búsqueda debido a la ofensiva terrestre en curso y a los bombardeos aéreos.
De esta forma, se perpetúa la masacre civil contra el pueblo palestino, con foco en mujeres y niños, iniciada a partir del ataque de Hamás el 7 de octubre.
Israel pasó de los ataques aéreos a las operaciones terrestres en la zona. El canal escribe que, en las imágenes, algunas zonas de Rafa muestran los signos de haber sido arrasadas por excavadoras y otra maquinaria pesada: huellas de vehículos y grandes franjas de tierra removida.
Luego del crimen de Lior Rudaeff en manos de Hamas, el diplomático israelí Eyal Sela explicó en una entrevista radial que seguirán los esfuerzos “para que los rehenes vuelvan a casa”.
Mientras tanto, los últimos esfuerzos por lograr un nuevo alto el fuego y un acuerdo de liberación de rehenes avanzan con dificultad, y tanto Israel como Hamás han afirmado que no cederán en sus principales demandas.
Más de 34.600 palestinos han muerto, 29 de ellos en las últimas 24 horas, y más de 77.000 han resultado heridos en el asalto israelí, según el Ministerio de Salud de Gaza. Los bombardeos han devastado gran parte del enclave costero y provocado una crisis humanitaria.
La primera irrupción policial se registró durante la madruga de este jueves, cuando efectivos ingresaron a la Universidad de California, en Los Ángeles, y luego de varias horas de enfrentamiento terminaron arrestando a más de 200 personas.
El Servicio de Acción contra las Minas de las Naciones Unidas estimó que, como consecuencia de los ataques israelíes, hay 37 millones de toneladas de escombros en el enclave palestino, con altos riesgos, por estar contaminados de municiones no detonadas y con asbesto.