El director de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos denunció que en el norte, los bebés y los niños pequeños empezaron a morir de desnutrición y deshidratación. "Al otro lado de la frontera, los alimentos y el agua potable esperan. Pero a UNRWA se le niega el permiso para entregar esta ayuda y salvar vidas".
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que el hecho de que Estados Unidos no vetara la resolución suponía un "claro retroceso" respecto a su postura anterior y perjudicaría los esfuerzos bélicos de Israel y su intento de liberar a los más de 130 rehenes que aún están en manos de Hamás.
“Es hora de que Israel asuma un compromiso férreo para el acceso sin restricciones a los productos humanitarios en toda Gaza”, dijo Guterres, que también pidió un alto el fuego humanitario inmediato y la liberación de los rehenes israelíes retenidos.
Un convoy de 12 camiones llegó a la zona el sábado -seis a la ciudad de Gaza y seis al campo de refugiados de Yabalia- con suministros que también se distribuirán en Beit Lahiya y Beit Hanún.
La guerra entre Israel y Hamas ha dejado la escalofriante destrucción de cientos de edificios. Además, hay armas sin explotar esparcidas por todo el enclave, según afirmaron los trabajadores humanitarios de la ONU.
El edificio de doce plantas, situado a unos 500 metros de la frontera con Egipto, resultó dañado en el ataque. Decenas de familias se quedaron sin hogar, aunque no hubo víctimas, según los residentes. El Ejército israelí no respondió inmediatamente a las peticiones de comentarios sobre el incidente.
"Tenemos un corredor abierto y garantizado por Israel para llegar a la costa Gaza", aseguró Oscar Camps, fundador de la organización "Open Arms".
El Sumo Pontífice, de 87 años, delegó el sábado en un obispo la lectura de un discurso en una ceremonia, y el miércoles hizo un breve viaje a un hospital de Roma después de que no pudo leer en su audiencia semanal, alegando que tenía "un poco de frío".
Además, las autoridades palestinas y la Organización Mundial de la Salud (OMS) hicieron sonar las alarmas al alertar que el Hospital Nasser, el segundo más grande de la Franja de Gaza, dejó de funcionar y que aún tiene 200 pacientes que todavía necesitan ser atendidos y 20 de ellos tienen que ser trasladados de forma urgente.
"Los que quieren impedir que operemos en Rafah nos están diciendo esencialmente: pierdan la guerra. No dejaré que eso ocurra", prometió.
El operativo de las tropas israelíes se llevó a cabo en uno de los principales hospitales del enclave. La incursión acrecentó el temor de los pacientes y el personal atrapados dentro del establecimiento. La cruel incursión fue criticada por Naciones Unidas.
Más del 70 % de la infraestructura civil, incluidas viviendas, hospitales y escuelas, ha sido destruida o gravemente dañada. El 84% de los centros de salud se han visto afectados por ataques.