Una zona industrial de la ciudad de Tianjín, en el noreste de China, fue sacudida en la noche del miércoles por una fuerte explosión, cuya onda expansiva se sintió a varios kilómetros y que dejó un saldo de 44 muertos, hasta ahora, y más de 300 heridos, muchos de ellos, de gravedad.

Aunque se desconocen las causas del hecho, las informaciones facilitadas por el Departamento de Bomberos de Tianjin apuntan a dos grandes explosiones con 30 segundos de diferencia que se produjeron después de que se declarara un incendio en el almacén.

El Centro de Redes de Terremotos de China indicó que el segundo estallido, el que causó mayores daños, fue equivalente al provocado por unas 21 toneladas del explosivo TNT, precisó la agencia EFE.

Según informaciones de las autoridades locales y relatos de vecinos, las explosiones destrozaron ventanas y puertas, sacudieron edificios de apartamentos y la gente tuvo que ser trasladada a la calle.

La onda expansiva de las explosiones llegó a sentirse hasta a diez kilómetros de distancia.

El presidente de China, Xi Jinping, y el primer ministro, Li Keqiang, han instado a hacer todos los esfuerzos para salvar a las víctimas a los heridos y minimizar en la explosión de Tianjin, según la agencia oficial.