El presidente estadounidense, Donald Trump, ha llevado a cabo este viernes, públicamente, una amenaza sin precedentes: no hacer nunca más ruedas de prensa y limitarse a publicar comunicados. En una serie de twuits, el mandatario estadounidense señaló que «los medios falsos están trabajando horas extras hoy» y que sus asesores no pueden ser precisos todo el tiempo ya que «es un presidente muy activo».

Y, a continuación, se preguntó: «¿No sería posiblemente lo mejor cancelar todas las futuras ruedas de prensa y publicar respuestas escritas en aras de la precisión?».

Más tarde, el jefe de la Casa Blanca publicó otro twuit, en el que dijo que “Comey debería esperarse a confirmar que no haya grabaciones de sus conversaciones, antes de empezar a filtrar a la prensa».

El FBI en el medio

De esta forma, el presidente reaccionó a las críticas de sus oponentes, por los contradictorios comentarios que llegan desde la Casa Blanca sobre el despido del director del FBI, James Comey.

Ayer jueves, Trump había señalado que estaba estudiando despedir a Comey, independientemente de las recomendaciones del Departamento de Justicia, lo que contradecía las afirmaciones del vicepresidente Mike Pence.

Trump cesó en sus funciones al director del FBI «por la pérdida de confianza». El punto de inflexión que ocasionó que el presidente despidiera a Comey fue probablemente su negativa a revelar de antemano, a los asesores presidenciales, un testimonio que este debió presentar ante el Senado hace una semana, según oficiales de la Casa Blanca.