El presidente estadounidense Donald Trump dio su apoyo claro este martes a la campaña diplomática y económica de Arabia Saudita y de otros países de la región para aislar a Qatar, acusado de «apoyar al terrorismo».

En un inesperado movimiento contra un aliado clave de Estados Unidos, Trump insinuó que Qatar, donde se encuentra la mayor base estadounidense en Oriente Medio, financiaba a los extremistas, respaldando así el bloqueo diplomático contra el emirato.

«Durante mi reciente viaje a Medio Oriente afirmé que el financiamiento de la ideología radical debía cesar. Los dirigentes apuntaron a Qatar – y miren!», escribió este martes el presidente estadounidense en su cuenta de Twitter, refiriéndose a su viaje a Riad el mes pasado.

Los países del Golfo advirtieron «que adoptarán una línea dura contra el financiamiento del extremismo y todos los elementos apuntan hacia Catar», tuiteó. «Posiblemente esto será el principio del fin del horror del terrorismo».

El lunes, Arabia Saudí, Baréin, Emiratos Árabes Unidos, Yemen y Egipto rompieron relaciones diplomáticas con Qatar.

A esto se sumaron medidas económicas, como el cierre de las fronteras terrestres y marítimas entre estos países y Qatar, así como la prohibición de sobrevolar sus territorios por compañías cataríes o las restricciones de los desplazamientos de personas.

Además, Catar fue excluido de la coalición militar árabe, dirigida por Riad, que combate a los rebeldes proiraníes en Yemen. Se le critica por apoyar a los grupos islamistas radicales y no distanciarse lo suficiente de Irán, gran rival de Arabia Saudí.

En Qatar se encuentra la mayor base aérea estadounidense en la región, con 10.000 hombres y sede del mando militar norteamericano en Oriente Medio.

Esta base es crucial para la lucha contra el grupo Estado Islámico (EI) en Siria e Irak llevada a cabo por la coalición internacional liderada por Washington y de la que forma parte Doha.