El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, canceló hoy su viaje a Suiza, al Foro de Davos, por la creciente crisis política en su país que provocó el cierre parcial de su gobierno, según informó en un tuit mientras viajaba a la frontera con México para ratificar su decisión de expandir el muro.

«Por la intransigencia de los demócratas sobre la seguridad fronteriza y la gran importancia que tiene la seguridad de nuestra Nación, respetuosamente cancelo mi importante viaje a Davos, Suiza, para el Foro Económico Mundial. ¡Mis sentidos saludos y disculpas!», escribió el mandatario.

Trump tuiteó en medio de su vuelo a Texas, una viaje que anunció a principio de la semana, en medio de la escalada de tensión y cruce de denuncias con la oposición por el cierre parcial del gobierno federal.

El 22 de diciembre último venció el plazo para que el Congreso apruebe una nueva ley de presupuesto porque oficialismo y oposición no se pusieron de acuerdo sobre la partida para la seguridad fronteriza.

Mientras el presidente Trump pide 5.700 millones de dólares para expandir el muro a lo largo de toda la frontera sur con México, los demócratas se niegan a destinar tanto dinero, piden no aumentar el déficit fiscal y priorizar programas migratorios.

Ayer Trump se volvió a reunir con los máximos líderes demócratas del Congreso, pero el encuentro duró poco.

Los demócratas lo acusaron de intransigente y el mandatario respondió con una mayor escalada.

Antes de subirse al avión en Washington, Trump amenazó con declarar una emergencia nacional y, así, poder destinar fondos a la expansión del muro, sin tener que pasar por el Congreso.

«Tengo todo el derecho a declarar la emergencia nacional. Todavía no lo hice, pero puede que lo haga. Si (las negociaciones) no funcionan, probablemente lo haré. Es casi seguro que lo haré», aseguró el mandatario ante la prensa.

Poco antes, el mandatario había descartado cualquier quiebre dentro de las filas del oficialismo por su posición en medio de un cierre de gobierno que ya lleva 20 días y ha dejado a 800.000 de los 2,1 millones de empleados públicos federales sin sueldo.

Según un informe de la Comisión de Presupuesto del Senado, cerca de la mitad tienen que seguir yendo a trabajar de todas maneras, mientras que el resto fue licenciado hasta que el Congreso apruebe nuevos fondos.

Entre los que deben seguir yendo a trabajar sin cobrar, se destacan 41.000 miembros de las fuerzas de seguridad, cerca del 88% de los empleados del Departamento de Seguridad Interior y más de 5.000 bomberos.

Entre los que fueron licenciados, en cambio, se destacan más del 85% de los empleados del Departamento de Comercio, el 96% de la planta de la NASA, unos 52.000 trabajadores del Servicio de

Impuestos Internos y el 95% de la cartera de Desarrollo Urbano y de Vivienda.

Además, la mayoría de los parques nacionales, varios museos públicos y cortes dedicadas específicamente a temas migratorios fueron cerrados.