Turquía denunció este viernes la «asociación estratégica» de defensa concluida esta semana entre Francia y Grecia, con un contrato por la compra de tres fragatas francesas, y advirtió que la misma amenaza «la paz y la estabilidad regional».

«La prosecución por parte de Grecia de una política de armamento y de aislamiento de Turquía, en lugar de la cooperación, es problemática y puede ser perjudicial tanto para Grecia como para la Unión Europea (UE) y amenazar la estabilidad y la paz regional», dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores turco en un comunicado.

La declaración de la cancillería turca es la primera reacción oficial del país euro-asiático a la venta de tres fragatas francesas a Atenas.

El pasado martes, Francia firmó con vistas al establecimiento de una «asociación estratégica» entre París y Atenas en el Mediterráneo, concluido según el presidente francés, Emmanuel Macron, para reforzar las capacidades de Europa de poder defenderse.

El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, afirmó por su parte que el acuerdo no va «en contra» de Turquía, mientras que Macron subrayó que éste permitirá que Francia y Grecia actúen conjuntamente «por la paz y la seguridad en el Mediterráneo, Medio Oriente, África y los Balcanes».

El acuerdo prevé una cláusula de asistencia mutua por «todos los medios apropiados» si los dos países «constatan conjuntamente que se produce una agresión armada contra el territorio» de uno de ellos.

Las fragatas las fabricará la compañía estatal francesa Naval Group en los astilleros del puerto de Lorient, en Bretaña y el valor del contrato según lo avanzado por la prensa, se sitúa entre 3.000 y 5.000 millones de euros.

Para Naval Group supone un respiro tras el revés por la anulación de un megacontrato de unos 56.000 millones de euros por la venta de submarinos convencionales a Australia, que en el marco del acuerdo tripartito Aukus (Australia, Reino Unido y Estados Unidos) en el IndoPacífico, finalmente decidió comprar submarinos nucleares a Washington.

Esta compra por Grecia de tres fragatas se produce, además, tras el anuncio a inicios de mes de la adquisición por Atenas de seis cazas de fabricación francesa Rafale, que se suman a un millonario contrato precedente para hacerse con 12 de estos aviones.

El programa armamentístico griego, en pleno desarrollo, busca frenar las provocaciones de Turquía en el Mediterráneo Oriental.

Francia es uno de los pocos países de la UE que alzó la voz en los últimos meses y envió incluso buques y cazas en 2020 para apoyar a Atenas.

No obstante, Mitsotakis se esforzó en subrayar que la adquisición de las fragatas a Francia no está en contradicción con sus relaciones con Estados Unidos, y que en la práctica esto viene a reforzar la flota griega «en la OTAN».