El diplomático estadounidense Nicholas Burns, ex funcionario político durante los gobiernos de los dos George Bush y de Bill Clinton, pidió «volver» a una relación «más activa» con América Latina en el marco de su campaña de oposición frontal al presidente Donald Trump y de apoyo a la candidatura del demócrata Joe Biden.

Hace un año, los principales medios estadounidenses informaron que Burns se sumó a la campaña presidencial del opositor Biden -el virtual candidato del Partido Demócrata- como asesor de política exterior, una posición que él nunca confirmó oficialmente, aunque no esconde su apoyo ferviente al exvicepresidente de Barack Obama.

Burns, de 64 años, fue parte de la campaña de Hillary Clinton, la candidata demócrata en las elecciones presidenciales pasadas y, aunque hoy se presenta como profesor de la Escuela de Gobierno Kennedy de la Universidad Harvard, tiene un extenso currículum en el Estado.

Además de varios cargos de embajador, fue subsecretario de Estado para Asuntos Políticos durante el Gobierno de George W. Bush y en la primera mitad de los 90 había sido parte del Consejo de Seguridad Nacional de su padre, el también mandatario George H.W. Bush, y del demócrata Bill Clinton.

Fue embajador ante la OTAN entre 2001 y 2005, justo en el momento en que Bush hijo lanzó su llamada guerra contra el terrorismo e invadió Afganistán e Irak, dos conflictos en los que la alianza militar occidental terminó teniendo un rol central.

Esta semana, Burns habló «a título personal» en una conferencia de prensa virtual organizada por el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), de la que participó la agencia de noticias Télam, y criticó duramente a Trump por ser «un aislacionista» y reivindicó la relación «más activa» que mantuvo Bush hijo con América Latina.

«Trump es un unilateralista, cree que Estados Unidos es más fuerte cuando está solo. Está equivocado. La visión de Trump no representa la visión de los estadounidenses ni de los dirigentes republicanos con más experiencia. El presidente debilitó nuestras alianzas regionales, incluyendo la OEA, que supone también la relación con Argentina», explicó el exdiplomático y exfuncionario.

«Con Bush (hijo) teníamos una estrategia hacia América Latina. Teníamos una relación más activa con México, Brasil, Colombia y recuerdo haber venido a Buenos Aires y reunirme con (Alberto) Fernández, que ahora es presidente, y con (Néstor) Kirchner. No siempre coincidimos con Argentina, pero había respeto», contó Burns.

«Recuerdo haber venido con el entonces subsecretario para la región Thomas Shannon y pasamos mucho tiempo tratando de trabajar de manera amistosa con el Gobierno. Hoy no veo que suceda eso. No veo una estrategia», agregó.

Burns visitó la Argentina en febrero de 2007 como el número tres del Departamento de Estado con el objetivo de mejorar las relaciones bilaterales a menos de un año y medio de la Cumbre de las Américas en Mar del Plata en la que una parte importante de la región rechazó el ALCA, el tratado de libre comercio que la Casa Blanca promovía para el continente.

Para Burns, el único acierto de Trump con respecto a la región en estos tres años y medio ha sido «modernizar» el acuerdo de tratado de libre comercio que tenía con México y Canadá y cuya nueva versión entró en vigor recientemente.

«Fue una buena decisión, pero no vi esa relación estratégica con el resto de la región, excepto con Brasil. El presidente Trump está muy enfocado en su par Bolsonaro. Son similares políticamente. Pero necesitamos una estrategia regional integral. Este es el hemisferio que compartimos», explicó.

«Biden, en cambio, está genuinamente interesado en América Latina y lo demostró cuando era vicepresidente», agregó en referencia a la gestión de Obama entre 2009 y 2016.

Para Burns, Estados Unidos debería tener ahora una estrategia regional con América Latina enfocada en «la recesión» y «los desafíos ambientales y el coronavirus».

«Estamos todos juntos en esto», destacó y agregó: «No veo una agenda regional positiva y la podríamos tener fácilmente bajo un liderazgo distinto».