El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, llamó este domingo a protestar contra los extremistas de ultraderecha, mientras se investiga el crimen de un político conservador asesinado supuestamente por una persona cercana a grupos neonazis.

«Demostremos que nosotros somos más que ellos, que los radicales de derecha, que los antisemitas, que los que buscan dividir», escribió el político socialdemócrata en un artículo especial publicado por el periódico alemán Bild.

«Tal vez nuestro país no sólo necesita un movimiento como el Fridays for Future (Viernes para el futuro) que ha movilizado tanto, sino también un jueves para la democracia», añadió Maas, según la agencia de noticias DPA.

El responsable de la diplomacia alemana destacó que «mirar hacia otro lado puede ser fatal. Debemos llamar al terrorismo de derecha por su nombre».

Durante la vigilia en Wolfhagen, la ciudad natal del asesinado político conservador Walter Lübcke, el decano del distrito de la iglesia protestante, Gernot Gerlach, encendió tres velas, una de ellas «para todos los que se resisten a la manía destructiva de los ultraderechistas y que dicen ¡Para, stop!», indicó.

El prelado dijo que si bien los autores del crimen le quitaron la vida a Lübcke, no lograron robarle su dignidad.

En varias ciudades alemanas se llevaron a cabo manifestaciones contra la ultraderecha.

Entretanto, está mañana el ministro del Interior, Horst Seehofer, dijo a la prensa que si se confirma que grupos neonazis están detrás del asesinato del político conservador Walter Luebcke «sería una situación realmente peligrosa», informó la agencia Europa Press.

La policía informó que un neonazi, de 45 años, presuntamente mató a este miembro de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de un disparo en la cabeza, cuando el jefe del gobierno local de Kassel se encontraba en la terraza de su vivienda en la localidad de Wolfhagen-Istha, el pasado 2 de junio.

La policía judicial del Estado del Sajonia investiga posibles contactos entre un sospechoso del asesinato -cuyo nombre no trascendió- y formaciones de extrema derecha.

Seehofer dijo que si se confirma la participación de estos grupos en el crimen sería «un peligro muy real» para Alemania y comparó a los neonazis con el fundamentalismo islámico y los llamados «Reichsbuerger» («ciudadanos del Reich»), que niegan el Holocausto y la legitimidad del Estado alemán.

El ministro del Interior manifestó su intención de «dotar de más fuerza al Estado de derecho» y dijo que este asesinato lo lleva a «emplear todos los recursos para aumentar la seguridad» en el país.