Un partidario del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, asesinó este último viernes a un simpatizante del exmandatario y aspirante a la presidencia, Luiz Inacio Lula Da Silva, en una localidad del estado de Mato Grosso.

El autor del crimen, identificado como Rafael Silva de Oliveira, de 22 años, mató a Bendito Cardoso dos Santos, de 44 años, a cuchilladas y hachazos.

Por su parte, el comisario de la Policía Civil, Victor Oliveira, confirmó en declaraciones a la prensa local que «una opinión política divergente derivó en este hecho; la víctima estaba defendiendo a Lula, y el autor, defendiendo a Bolsonaro».

Lula Da Silva culpó a la «intolerancia» por el crimen de su seguidor, a través de la red social Twitter, y añadió que recibió la noticia «con mucha tristeza».

«La intolerancia acabó con otra vida. Brasil no merece el odio que se instaló en este país; mis condolencias a la familia y amigos de Bendito», agregó.

Luego, en un acto de campaña en San Pablo, dijo «el PT tiene la obligación de saber todo para ayudar a esta familia que fue víctima del genocidio llamado Bolsonaro. El país se encamina hacia un salvajismo del que no éramos conscientes hasta entonces. Es una demostración del clima de odio instaurado en el proceso electoral. Algo totalmente anormal», agregó.

Este crimen se produjo a tres semanas de las elecciones, que se llevarán a cabo el 2 de octubre, en medio de un clima hostil, y con la polarización entre Bolsonaro, quien aspira a un segundo mandato, y Da Silva, quien quiere volver a la presidencia de su país.