Luego del desmoronamiento del intento de golpe del “Rusiagate” orquestado por los británicos, contra el Presidente Trump, y el fiasco del “sésgate” en torno al postulado por Trump para la Corte Suprema (y ahora ya magistrado de la misma) Brett Kavenaugh, el Partido Demócrata ha desatado a las ménades y a las turbas jacobinas para enfrentar físicamente a los funcionarios del gobierno de Trump y a los miembros republicanos del Congreso.

Los demócratas como el senador Cory Booker (de Nueva Jersey) y la representante Maxine Waters (California) han exhortado públicamente a las turbas a “plantarse en sus caras”. Hay numerosos casos de dirigentes republicanos que han sido hostigados en restaurantes hasta sacarlos del sitio y otros perseguidos por los aeropuertos.

El senador Rand Paul (republicano de Kentucky) dijo ayer en un programa de radio que él teme que “vaya a haber un asesinato… Me preocupa realmente que alguien vayan a matar a alguien. Quienes están exacerbando la conversación se tienen que dar cuenta de que ellos cargan con parte de la responsabilidad si esto se eleva a la violencia”.

El Presidente Trump, dijo en un mitin en Iowa el martes 9 que los demócratas se han “trastornado” fomentando la “rabia, la división y la destrucción. ¡No le den fósforos a un pirómano!”

La oposición a Trump no promueve nada; solo “resistir” a todo lo que lo que él apoye. Pero si representan un programa, el que respaldaban los Presidentes Bush y Obama: legalización de las drogas, desindustrialización, guerras perpetuas de “cambio de régimen”, y confrontación militar con Rusia y China. Hillary Clinton habló en la Universidad de Oxford en el Reino Unido, en donde demostró la naturaleza “trastornada” a la que se refería Trump: los rusos, dijo Hillary, tienen a “la democracia bajo sitio”, se robaron las elecciones en Estados Unidos, provocaron el voto por el Brexit en el Reino Unido, y han creado movimientos de derecha en una “ola que parece recorrer a Europa y a Estados Unidos”.

Luego en una entrevista con CNN, defendió la violencia de las turbas: “No se puede ser civilizado con un partido político que quiere destruir lo que defiendes, lo que te importa”.
Pero son pocos los que se han dejado engañar. La población estadounidense está harta de la decadencia económica y cultural, y está mostrando su respaldo a la disposición de Trump para luchar contra eso.

En Europa, el nuevo gobierno italiano encabeza toda una red europea de partidos y personalidades que están igualmente descontentos con la decadencia económica y cultural, pero también con el hecho de que los burócratas de la Unión Europea en Bruselas, que nadie los eligió y no son responsables ante nadie, invalidan su soberanía, les dictan programas sociales y de austeridad en contra de su voluntad.

Las medidas contra China y contra Rusia que dictan desde Londres están bajo ataque cada vez más tupido en toda Europa, mientras que las oportunidades que ofrece la Iniciativa china de la Franja y la Ruta inspiran optimismo en un futuro por el cual vale la pena luchar.