Según Munir Mammadzade, representante de la organización en el país devastado por la guerra entre Rusia y Ucrania, solo en marzo murieron o resultaron heridos al menos 57 niños, el doble que en febrero. Desde el comienzo del conflicto en 2022, 1.957 menores han muerto o resultados heridos. «Unicef está profundamente preocupada por el fuerte aumento del número de víctimas infantiles en Ucrania, ya que muchas zonas siguen siendo golpeadas por intensos ataques, a 780 días de la escalada de la guerra», consideró Mammadzade.

«Tememos que esta tendencia continúe. A diez días de abril, al menos 23 niños han muerto o han resultado heridos en ataques, según los informes. Cada niño muerto o herido causa un inmenso dolor a sus familias, amigos y comunidades. Nuestros más sinceros pensamientos están con ellos», afirma Munir Mammadzade, representante de Unicef en Ucrania.

«Desde la escalada de la guerra en 2022, 1.957 niños han muerto o han resultado heridos. Dado que se trata de informes verificados por la ONU, la cifra real es probablemente mayor», afirma la nota. «Miles de hogares, escuelas y hospitales han sido dañados o destruidos. Los ataques contra infraestructuras críticas, incluso en las últimas semanas, han causado cortes de electricidad que han interrumpido el suministro de agua, la atención sanitaria, la educación y otros servicios vitales para los niños. Los niños ucranianos ya han perdido mucho. Han perdido a sus padres, seres queridos y amigos. Han perdido sus hogares, sus escuelas y sus patios de recreo».

La invasión rusa de Ucrania ha tenido un impacto devastador en los niños. «Cada día que pasa de esta guerra, los niños pierden su infancia«, subraya además Mammadzade. «Los niños están protegidos por el derecho internacional humanitario. El asesinato y la mutilación de niños y los ataques contra escuelas y hospitales son violaciones graves”.

Luego, agregó: “Los niños de Ucrania corren el riesgo de morir o resultar heridos todos los días. Hay que poner fin a los ataques contra niños y civiles. Los niños no son un objetivo. Deben ser protegidos en todo momento. Por encima de todo, los niños ucranianos deben tener la oportunidad de vivir en paz y volver a disfrutar de su infancia«.