Uruguay vive su peor sequía en 70 años y los expertos anunciaron que si no llueve de manera copiosa se quedaría sin reservas de agua en menos de tres semanas. Para el miércoles o jueves llegarían las primeras lluvias que podrían aliviar la situación extrema, pero expertos sostienen que se necesita un caudal grande de precipitaciones para combatir la sequía.

En principio el ejecutivo local ordenó utilizar agua del Río de la Plata y mezclarla con los fluidos dulces para limpiarla y así apalear la situación, pero esta medida generó diversas protestas.

Luis Lacalle Pou dijo «En las crisis nos acordamos de lo que nos hace falta», reflexionó el presidente uruguayo, al participar de la inauguración de una planta de raciones en la Unión Rural de Flores.

Esta expresión fue a principios de junio donde recordó que la empresa estatal Obras Sanitarias del Estado (OSE) realiza «obras de emergencia para embalsar el agua dulce» e insistió en que «el agua está garantizada, lo que hay que medir es la calidad».

Según la última estimación del ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) el déficit hídrico provocó pérdidas en el sector productivo por 1.800 millones de dólares.

En mayo el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) anunció que la sequía que afronta Uruguay desde hace tres años «no tiene precedentes» y es la peor desde principios del siglo XX, cuando se inició tal registro en el país sudamericano.