Con la compra de Twitter Elon Musk comenzó a lidiar con el comportamiento humano, ahora con su empresa Neuralink buscará mejorar el cuerpo. El magnate anunció que apunta a implantar chips en cerebros humanos en los próximos seis meses, con el objetivo último de solucionar afecciones como la ceguera o la parálisis. La «mayor parte» de la documentación está lista, dijo Musk, que planea ponerse uno de esos implantes.

No es la primera vez que el CEO de Tesla y SpaceX anuncia algo similar. Es la tercera ocasión en la que  pronostica que las pruebas con humanos están cerca: había puesto fecha para 2020, y después 2022. ¿Será 2023 la vencida?

Mientras tanto, la empresa sigue con ensayos en monos que, según revelaron distintas investigaciones, son espeluznantes. El uso de animales en las pruebas por parte de Neuralink enfureció a los activistas y provocó afirmaciones de que la compañía está dañando a los animales a través de «experimentos descuidados» que resultaron en infecciones, convulsiones, parálisis y hemorragia interna.

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Musk dijo que dos de las aplicaciones de la compañía tendrán como objetivo restaurar la visión, incluso para las personas que nacieron ciegas, y una tercera aplicación se centrará en la corteza motora, restaurando la “funcionalidad de todo el cuerpo” para las personas con médula espinal amputada. “Confiamos en que no existen limitaciones físicas para restaurar la funcionalidad de todo el cuerpo”, dijo Musk.

La revolución que promete Neuralink

Los dispositivos de Neuralink podrían habilitar la “cognición sobrehumana”, es decir, permitir que las personas paralizadas operen teléfonos inteligentes o miembros robóticos con la mente algún día, y “resolver” el autismo y la esquizofrenia. «Por milagroso que parezca, estamos seguros de que es posible restaurar la funcionalidad de todo el cuerpo de alguien que tiene una médula espinal cortada», celebró Musk.

“Obviamente, queremos ser extremadamente cuidadosos y estar seguros de que funcionará bien antes de colocar un dispositivo en un ser humano, pero creo que enviamos la mayor parte de nuestra documentación a la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos, por sus siglas en inglés)”, declaró.

En este sentido, remarcó que planea tener él mismo uno de los implantes. “Podrías tener un dispositivo Neuralink implantado en este momento y ni siquiera lo sabrías. Quiero decir, hipotéticamente… De hecho, en una de estas demostraciones, lo haré”, anticipó.

Elon Musk, el hombre que lo intenta todo

¿Sabe algo Musk de biología o neurociencia? No importa: para él no es necesario a la hora de trabajar en implantes cerebrales. “Cuando observa las habilidades que se necesitan para hacer que Neuralink funcione, en realidad son muchas de las mismas habilidades que se requieren para hacer que funcione un reloj inteligente o un teléfono moderno”, consideró el magnate durante el evento después de promocionar los puestos de trabajo que están disponibles en la compañía.

De hecho, el anuncio se debió retrasar un mes por la adquisición de Twitter, que le demandó a Musk la mayor parte de su tiempo para intentar poner en orden una plataforma que, con el paso del tiempo, encuentra cada vez más problemas.

Eso, sin embargo, no lo desvía de sus planes para hacer ensayos en humanos en seis meses. Si es que los hace, claro está, porque sus promesas vacías ya son moneda corriente: SpaceX incumplió los plazos para enviar un cohete a Marte, Tesla presentó su Cybertruck con «ventanas irrompibles» que se rompieron en el escenario, Neuralink prometió ensayos que todavía no hizo… Y la lista sigue.

Neuralink es la peor promesa de todas. “Desde una perspectiva ética, creo que la exageración es muy preocupante. Espacio o Twitter, eso es una cosa, pero cuando entras en el contexto médico, hay más en juego”, criticó Anna Wexler, profesora asistente de ética médica y política de salud en la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania, en diálogo con CNBC.

Pase lo que pase, ya estará corriendo de atrás. La tecnología Neuralink es similar a la investigación realizada por otros sobre cómo convertir las señales cerebrales en acción. En julio, el competidor de Neuralink, Synchron, implantó su dispositivo en un paciente en los Estados Unidos por primera vez. La compañía recibió autorización regulatoria para ensayos en humanos en 2021.