El satélite de EE.UU, que orbita alrededor de nuestra estrella en busca de nuevos mundos, ha detectado el planeta más parecido en tamaño a la Tierra dentro de la denominada zona habitable alrededor de cada estrella, donde se podría encontrar  agua líquida, y posiblemente vida.

En casi seis años, desde que la misión fue lanzada en 2009, son varios los intentos de encontrar planetas similares a la Tierra fuera de nuestro sistema solar. Y siempre las expectativas han superado a la naturaleza del hallazgo. De hecho, la propia Nasa rebaja un poco el tono y confirma que el planeta hallado ahora supone el exoplaneta número 1.030.

Pero el avance no está en ese planeta en cuestión, sino en la estrella alrededor de la cual gravita. ¿Por qué? Los expertos dicen que al margen del tamaño del planeta, éste orbita alrededor de una estrella parecida al Sol. Y es que los expertos de la Nasa han podido demostrar que la estrella alrededor de la que orbita el planeta recién descubierto -al que han bautizado como Kepler-452b- es del tipo G2, es decir, que está a unos 5.800 grados kelvin (unos 5.500 grados centígrados) de temperatura, igual que nuestro Sol.

«Justo el día del 20 aniversario del descubrimiento que probó que había otros soles que albergaban planetas, la misión de exploración de exoplanetas Kepler ha descubierto el planeta y su estrella que más recuerdan, que más se parecen, a la Tierra y el Sol», dice  John Grunsfeld, administrador asociado de la Nasa para misiones espaciales.

Jon Jenkins, jefe de análisis de datos de la misión Kepler, explicó en rueda de prensa que el planeta es un 60% más grande que la Tierra, por lo que la gravedad en su superficie sería dos veces la del nuestro. No obstante, su tamaño permite a los científicos adelantar que el planeta es rocoso, probablemente con una atmósfera más densa y con una importante concentración de volcanes activos. El planeta recibe un 10% más de energía de su estrella que la Tierra, ya que el astro está en un estadio más avanzado de su vida, por lo que emite más brillo y es más grande.

La Nasa lo ha calificado como «un primo, más grande y más viejo, de la Tierra». «Este es hasta ahora el planeta que más se asemeja a la Tierra y algo que podemos llamar hogar», explicó uno de los científicos del programa.

Y hay más similitudes.  La órbita alrededor de su estrella es bastante similar a la de la Tierra, ya que el Kepler-452b completa su año en 385 días. No obstante, el «primo» de la Tierra se encuentra a 1.400 años luz.