Por Fausto Frank

El Foro Económico Mundial de Davos, entidad globalista presidida por Klaus Schwab, difundió el 10 de agosto un artículo en el que se propone automatizar la censura de lo que el foro denomina “desinformación” y “discurso de odio” a través de una Inteligencia Artificial (IA) retroalimentada por “expertos en la materia”.
El artículo, firmado por Inbal Goldberger, plantea que “los equipos de confianza y seguridad” de las distintas redes sociales, se enfrentan cada vez a mayores desafíos, como lo que describe como “desinformación”, “incitación al odio y el fraude; y actores cada vez más avanzados que hacen un mal uso de las plataformas de maneras únicas”. Más adelante describe como publicaciones a combatir en la red: “la radicalización de las opiniones extremas” y “la difusión de información errónea”.

Por este motivo, afirma que “se requiere un enfoque más sofisticado” y propone hacer más eficiente la censura de lo publicado por los usuarios, “al combinar de manera única el poder de la tecnología innovadora, la recopilación de inteligencia fuera de la plataforma y la destreza de los expertos en la materia que entienden cómo operan los actores de amenazas, la detección escalada del abuso en línea puede alcanzar una precisión casi perfecta”.

Goldberger se queja de que “los actores de amenazas usan tácticas cada vez más sofisticadas para evitar la evolución de los mecanismos de detección”, por lo que “los métodos tradicionales no son suficientes”, ya que “la recopilación de inteligencia clásica requiere una investigación profunda, experiencia, acceso y una buena cantidad de habilidades de asimilación: capacidades humanas que una máquina no puede imitar”.

Y finalmente propone su panacea: “Complementar esta detección automatizada más inteligente con la experiencia humana para revisar casos extremos e identificar falsos positivos y negativos y luego volver a introducir esos hallazgos en conjuntos de entrenamiento nos permitirá crear IA con inteligencia humana incorporada. Esta IA más inteligente se vuelve más sofisticada con cada decisión de moderación, eventualmente permitiendo una detección casi perfecta, a escala”.

Ante la difusión en las redes de este artículo, y la polémica generada, el Foro de Davos se vio obligado a anteceder la nota en cuestión con una leyenda diciendo que “se trata de la opinión del autor de la nota” y que la entidad globalista gusta de presentar “amplia variedad de opiniones”. En cualquier caso, la decisión de publicar ese artículo, nos permite saber uno de los caminos hacia dónde le gustaría conducir a Internet el Foro de Davos: hacia el de (aún) mayor censura.