Se llama Geocaching y los tesoros o geocaches tienen diferentes tamaños, formas y dificultades. Se encuentran ubicados en lugares como desiertos, la Antártida, los océanos y hasta en la Estación Espacial Internacional, lo que hace de la búsqueda algo único y podría llevarlo a conocer sitios maravillosos.

Comenzar a jugar es muy sencillo. Solo tiene que dirigirse a la página web geocaching.com  y registrarse. También será necesario contar con un dispositivo móvil GPS en el que serán cargadas las coordenadas de la ubicación de cada tesoro.

Después de encontrarlo debe firmar el libro de registro que se encuentra en la caja y luego compartir la experiencia a través de internet.

La plataforma cuenta con espacios como blogs, foros y eventos para que las personas cuenten sus vivencias de la búsqueda de los geocaches.

Hay unas normas básicas: una de ellas se refiere al intercambio de objetos, pues es posible tomar el contenido que hay en el interior de un geocache, siempre y cuando deje algo de igual o mayor valor en su lugar.

Otra de las normas es que los tesoros nunca deben ser enterrados ni contener artículos como bebidas alcohólicas, comidas o armas. Cada geocache debe ser apropiado para toda la familia.

Para acceder al sistema, descargar las coordenadas de los tesoros y empezar a jugar, Geocaching cuenta con una página web, así como aplicaciones gratuitas para dispositivos móviles Android e iOS.

Existen más de 400 voluntarios que donan su tiempo y talento a cuatro tareas fundamentales para que el juego funcione.