El museo Stedelijk de arte contemporáneo y el Hermitage de Amsterdam se unieron a otros del mundo que tomaron la decisión de vetar la entrada a sus instalaciones de palo-selfis (objeto para tomarse autofotos) para preservar la seguridad de las obras que exponen.

Ambos museos de la capital holandesa se sumaron así a otros como el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York, que prohibieron en sus salas este instrumento cada vez más popular entre los turistas para tomarse fotos con sus teléfonos móviles.

La prohibición, no obstante, no se aplica en el Rijksmuseum, cuyos responsables aseguran que «no han tenido problemas». Por su parte, el pabellón de conciertos Ziggo Dome de Amsterdam prohibió también el acceso con estos objetos.