Elon Musk busca implantar pequeños hilos en el cerebro humano que permitirían, a futuro, controlar dispositivos o navegar en la web con el pensamiento. Esto podría servir a nivel terapéutico, y también podría tener otro usos.

En la presentación retransmitida en directo, Musk expresó su preocupación de que los humanos se “queden atrás” por el desarrollo de la inteligencia artificial, pero dijo que con una verdadera interfaz cerebro-computadora, la humanidad puede subirse al tren. Según Musk, la principal barrera que impide que esto sea una realidad es un problema de precisión de la información y de “ancho de banda” limitado por la tecnología existente para interactuar con el cerebro.

Musk contó que ya se hicieron pruebas en ratas donde se logró implantar, por medio de cirugía, hilos extremadamente delgados (de 4 a 6 μm, más pequeños que el diámetro de un cabello humano) que, por medio de sensores, recopilan información de la materia gris del cerebro. Esos datos son transmitidos a un pequeño chip receptor de cuatro milímetros ubicado en la superficie del cráneo.

El dispositivo que realiza las cirugías.

La cirugía estuvo a cargo de un robot que funciona como si fueran «máquinas de coser». La máquina cuenta con lentes de alta gama y software de visión computarizada que le permiten mirar dentro de los agujeros perforados en el cráneo para colocar con precisión lo cables o hilos, que son un cuarto del año del cabello humano y que están atados a electrodos.

«El objetivo es eventualmente implantar dispositivos en humanos paraplégicos permitiéndoles controlar teléfonos y ordenadores».

El mismo Musk llegó a decir que «los ensayos humanos empezarían en la segunda mitad de 2020. Esto significa que tienen que solicitar permisos a la FDA para iniciar ensayos en humanos: es decir, que más allá de los golpes de efecto, no controlan el calendario.

Ya se hicieron pruebas con animales y ahora la compañía busca la aprobación de la FDA para probar esta tecnología con seres humanos.