La «dark web», donde operan los mercados negros online de venta de armas, drogas, datos personales robados o pornografía infantil, es una porción de Internet oculta para los buscadores y los navegadores convencionales que forma parte de la «deep web» o web profunda.

Ese segmento de Internet se diferencia de la web superficial, la que se usa de forma cotidiana y a la que se accede a través de los motores de búsqueda tradicionales como Google, Bing o Yahoo, entre otros.

Por ejemplo, si se introduce «Télam» en un buscador, aparecerá la dirección del portal de la agencia y se podrá acceder al mismo, todo desde la web superficial.

La deep web, en cambio, abarca a todo el contenido de Internet no indexado por los motores de búsqueda tradicionales.

«Pero aquí dentro no todo lo que hay es malo. Pueden haber sitios privados, como un homebanking, u otros que requieran de algún tipo de aplicación para acceder a sus contenidos, o páginas mal rankeadas en los buscadores», aclaró en diálogo con Télam Carlos Loyo, investigador de fuentes abiertas.

Dentro de esa deep web están las «darknet», que requieren de herramientas especiales para acceder a los servicios que ofrecen.

Uno de esos servicios lo constituyen las «dark web», concebidas en su origen con el objetivo de «otorgar libertad en la navegación a los usuarios que habitan en países donde existen restricciones en el uso de Internet como así también brindar una mayor privacidad y anonimato», describió Loyo.

A esas dark web se ingresa con herramientas especiales, como por ejemplo el navegador Tor.

Ese anonimato del que gozan hizo con el paso del tiempo que las dark web se conviertan en el lugar de comercialización de productos ilícitos, como datos de tarjetas de créditos robadas, credenciales filtradas de Facebook, drogas, armas, servicios de sicarios e incluso tráfico de personas.

Su anonimato hace que sea muy difícil rastrear al responsable o creador de una plataforma dentro de una dark web, un trabajo que suele realizarse a través de, por ejemplo, agentes encubiertos que hacen compras controladas para obtener una trazabilidad.

En una operación internacional detienen a 60 personas que vendían drogas y armas en la dark web

Una operación conjunta entre fuerzas policiales de Europa y los Estados Unidos derivó en el arresto de 61 personas y el cierre de 50 cuentas en mercados negros de la «dark web», en los que se vendían drogas, armas, productos falsificados, pornografía infantil y datos personales robados, informaron hoy los organismos involucrados.

Casi en simultáneo, los administradores de «Dream Market», una de las plataformas más populares de la «dark web», anunciaron que dejará de operar el próximo 30 de abril.

La operación policial internacional, bautizada «SaboTor», tuvo lugar entre el 11 de enero y el 12 de marzo y estuvo compuesta por una serie de acciones separadas pero complementarias que buscaron lograr «un impacto global en la epidemia de opioides», según describió el FBI en un comunicado publicado en su web.

Junto con los arrestos y los cierres de cuentas, fueron secuestrados 51 armas de fuego, más de siete millones de dólares y 300 kilos de drogas (marihuana, anfetaminas, cocaína y éxtasis) que tenían como destino ser comercializadas en la llamada «dark web».

La «dark web» es una parte «oscura» de Internet a la que solo puede accederse con software especial (como el navegador Tor), y que si bien proporciona un ambiente seguro para garantizar la privacidad personal a la hora de navegar y buscar información, esconde también actividades ilegales y criminales, como la de los mercados negros.

SaboTor coordinó el trabajo del J-Code, una fuerza compuesta por seis agencias estadounidenses (entre ellas el FBI, la DEA y el Departamento de Justicia), con las policías de 17 países europeos, con destacada participación de Alemania, Holanda, Austria y Portugal, detalló Europol en un comunicado.

La preparación para dar el golpe comenzó en julio de 2018, cuando «60 expertos de 19 países» se reunieron durante cinco días en la ciudad holandesa de La Haya para «patrullar la web superficial y la dark web», describió Europol.

Allí los investigadores «identificaron 247 objetivos de alto valor y desarrollaron paquetes de inteligencia que se difundieron a los países afectados para su posterior manejo. Sobre la base de esta información, cientos de investigaciones están actualmente en curso», informó la fuerza europea al anunciar los resultados de la operación.

Los allanamientos se realizaron en locaciones variadas como Los Ángeles (EEUU), donde se detuvo a cinco personas sospechadas de operar dos sitios de ventas de drogas que, según el FBI, envían un promedio de 1.500 paquetes mensuales ocultos en animales de peluche; en Halle (Alemania) y en Zwolle (Holanda).

En Viena, según Europol, se detuvo a un joven «viviendo un lujoso estilo de vida, sospechoso de vender más de 1.800 paquetes de cocaína, heroína, anfetamina, metanfetamina y cannabis a clientes de todo el mundo», a quienes les enviaba por correo los pedidos que recibía a través de la dark web.

En paralelo al anuncio de la operación policial, la plataforma Dream Market -que opera en la dark web desde 2013 y es uno de los principales sitios de ventas ilegales de drogas, según medios especializados- informó a sus clientes que cerrará el próximo 30 de abril.

Ni el FBI ni Europol vincularon los arrestos con Dream Market, aunque especialistas asumieron que las fuerzas policiales vigilaban de cerca las operaciones en este «marketplace» e incluso que el sitio había sido infiltrado para perseguir vendedores y compradores, tal como sucedió en 2017 con el entonces popular «Hansa».

«La dark web oscura no es tan oscura como parece», afirmó la directora ejecutiva de Europol, Catherine De Bolle, y sostuvo que «cuando se compra o vende productos ilegales online, no se está oculto de la ley y se pone uno mismo en peligro».