Un nuevo estudio, del Hospital du Sacre-Coeur en Montreal, sugiere que los niños pequeños que padecen de terrores nocturnos podrán tener un mayor riesgo a ser sonámbulos en el futuro.

Los investigadores analizaron la información de aproximadamente 2,000 niños nacidos en Quebec, a quienes siguieron de los 5 a los 13 años de edad.

Cerca de la mitad de los niños experimentó terror nocturno en algún punto enre los 1 y 13 años. Evento en el cual el niño se levanta inesperadamente llorando o gritando, y algunas veces confundido y bañado en sudor. Adicionalmente, alrededor del 30% de los niños camino mientras dormía en algún punto entre lo 2 y los 12 años de edad. Los terrores nocturnos resultaron más comunes en niños pequeños, mientras que el sonambulismo fue más común a los 10 años de edad. (Conoce 7 extraños trastornos del sueño)

Los niños que experimentaron terrores nocturnos antes de los 4 años, mostraron dos veces mayor probabilidad a caminar mientras dormían más adelante, a comparación de los niños que no padecían este trastorno. En general el 34% de los niños con pavor nocturno padecían de sonambulismo después, mientras que el 22% de los niños que no sufren de dicho trastorno eran sonámbulos después.

Aproximadamente el 32% de sujetos que padecían de terrores nocturnos persistentes tenían padres que fueron sonámbulos en algún punto de su vida. En contraste del 16% en individuos cuyos padres nunca padecieron de sonambulismo. Además, los niños tenían de 3 a 7 probabilidades de caminar mientras dormían su sus padres también lo habían hecho.

Los científicos afirman que evitar la privación del sueño y un entorno ruidoso al dormir puede ayudar a prevenir el sonambulismo y los terrores nocturnos. (¿Por qué algunas personas son sonámbulas?)

Los resultados, publicados en el diario JAMA Pediatrics, apoyan la teoría de que el sonambulismo y los terrores nocturnos son dos síntomas distintos de un mismo trastorno, ya que ambos comparten características similares: los dos suceden en la misma fase del sueño, ambos pueden ser provocados por al privación del sueños, medicamentos y fiebre; y los dos son pueden ser heredados.