El peligroso virus denominado WannaCry se convirtió en el 2019, según informa PreciseSecurity , en el «ransomware» (programa dañino de secuestro de datos) más usado por los ciberdelincuentes.

Según informan, casi una cuarta parte de todas las extorsiones en línea (23,5 %) están relacionadas directamente con ese «criptogusano» (código malicioso para secuestrar datos y pedir recompensa por ellos), según el medio. De acuerdo con las estimaciones, sus ataques han afectado a cerca de 230.000 computadoras en todo el mundo, causando pérdidas por 4.000 millones de dólares.

En particular, el número de los afectados por componentes maliciosos continúa aumentando entre las agencias gubernamentales y organizaciones del sector salud, energía y educación. Pero si bien algunos ‘ransomware’ simples solo pueden bloquear el sistema parcialmente, de manera tal que no resulta difícil de revertir para una persona con conocimientos, el malware más avanzado explota una técnica llamada extorsión cripto-viral.

Su blanco son computadoras con sistema operativo Windows (esto es debido a que la mayor parte del mundo usa el SO de Microsoft). Lo que hace es cifrar los datos de la víctima y para devolver el acceso exige un pago de rescate, generalmente en criptomonedas.

Las vías de entrada del virus fueron (más del 67 % de los casos) los correos electrónicos no solicitados (spam) y los correos electrónicos de ‘fishing’. En algunos otros casos, la infección se produjo a través de anuncios o enlaces con sitios peligrosos.