Vecinos, médicos, enfermeros y personal administrativo del Centro de Atención Primaria de Salud (Caps) Nº10 “Villa Manuelita” se reunieron este miércoles para dar un “abrazo solidario” a la institución ubicada en Tafí y Güiraldes, en el corazón de la popular barriada de la zona sur de la ciudad. La convocatoria fue impulsada por delegados de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) debido a que el lugar está cerrado por reformas desde marzo pasado y piden que se aceleren los tiempos para brindar asistencia a la comunidad y que se “mejoren las condiciones de trabajo”.

Desde que se cerró el lugar en Villa Manuelita el personal atiende en el Centro de Salud Nº 6, ubicado en Berutti 2732, a unas veinte cuadras, explicó la psicóloga Verónica Camats a Conclusión.

“Hay una gran parte de la población que no puede acceder a una tarjeta de colectivo o movilizarse caminando porque hay mucha gente con dificultades para trasladarse”, dijo.

“Particularmente los profesionales –agregó– no tenemos consultorios disponibles, lo que disminuyó el servicio. Estamos hablando entonces de una atención primaria que no esta en el territorio, y tendría que estar cerca de su casa y hace que muchas personas interrumpan sus controles médicos o farmacológicos”.

“Esta situación va agudizando porque claramente está vulnerando la salud de la población en general. Es muy preocupante. No se han cumplido las promesas y acuerdos. Actualmente estamos con esta misma dificultad: no pudiendo estar a la altura de la necesidad y la demanda de la población”, señaló.

La psicóloga también refirió que los profesionales no cuentan con “la cantidad de insumos” que necesitan para trabajar: “Estamos en un centro de salud prestado en donde está en una misma habitación los equipos de Farmacia, Enfermería y Administración, tampoco tenemos acceso a las historias clínicas debido al traslado. Son problemas graves que lo hemos comunicado formal e informalmente”, concluyó.

Soledad, vecina del lugar, refirió a este medio que actualmente la población del barrio Villa Manuelita no cuenta con la atención cercana. “Tenemos que caminar veinte cuadras. Hay personas que son diabéticas, que se marean si caminan mucho y necesitan su atención. También pedimos que coloquen contenedores, por eso estamos hoy acá”.