Por Ariana Robles

Todos los sábados, a partir de las 10 de la mañana, la peatonal Córdoba y la Plaza Pringles se ven colmadas de perros y gatos, adultos y cachorros, todos ellos esperando encontrar personas que se conmuevan ante este acto de amor de los proteccionistas para poder darles un hogar tranquilo para dormir, lleno de amor y cariño, haciéndoles olvidar todo el sufrimiento de la calle.

Siempre se dice que los perros callejeros son los compañeros más fieles y cariñosos que se podrían tener; y la realidad parece demostrarlo y por eso los proteccionistas ponen tanto énfasis en que la gente debe concientizarse de la importancia de adoptar.

Maite, una de las colaboradoras de Animalistas de Rosario, destacó en diálogo con Conclusión que todos los fines de semana tratan de encontrarles un hogar a los cachorros. “Lo que hacemos básicamente es sacar animalitos que vemos en situación de riesgo, generalmente en villas, o por ahí también ayudamos a gente en particular ubicando a las crías de sus mascotas”, expresó.

Muchos proteccionistas se esfuerzan en conseguirles familias a perros (y también a gatos) sin hogar, cachorros y adultos. Por tal motivo, promueven adopciones responsables, que implican un conocimiento del adoptante, la firma de un compromiso para que cuide la mascota y un seguimiento estricto del proceso adoptivo durante un tiempo. «A la hora de adoptar se llena un cuestionario y se realiza un seguimiento que dura días, semanas o meses, más que nada por el tema de la castración», agregó.

En relación al cuidado de los animales, Maite contó a Conclusión que no cuentan con un refugio propio, por lo tanto no pueden recibir animales abandonados o perdidos, de todos modos sus casas se encuentran “colapsadas” por animales que están de tránsito hasta encontrar una familia que los ame para el resto de su vida.

“Lo que más se necesita es ayuda económica para solventar todo tipo de gastos: veterinarios, alimentos, medicación, traslados”. “La manera de ayudar es acercarse, tener ganas de ayudar y que les gusten los animales», cerró.

Está claro, ayudar a un animal no es sólo fotografiarlo y pedir ayuda a través de las redes sociales. Se trata de comprometerse con la situación, sacar al animal del estado de abandono, llevarlo a un veterinario y, cuando se mejore, buscarle un adoptante. ¿La recompensa? El amor incondicional y sincero de ese perro al que, sin dudas, le cambiará la vida.