En medio del fervor y el clamor, miles de personas se convocaron este sábado en Rosario en la marcha del #3J, a ocho años del femicidio que marcó la historia de esta movilización: el de la joven Chiara Páez, la muchacha de Rufino asesinada por su novio. Como cada año, organizaciones, ciudadanos y ciudadanas recorren las calles bajo la consigna “Ni una menos”.

Las columnas comenzaron a marchar desde Oroño y el río Paraná pasado el mediodía para llegar hasta las escalinatas del Parque España en donde se letó el documento elaborado de forma colectiva por distintas organizaciones.

“Nos encontramos las mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans, identidades no binarias, villeras, discas, indígenas, originarias, afro y muches más, para decir: ¡SOMOS LOS FEMINISMOS QUE SEGUIMOS ORGANIZÁNDONOS EN CONTRA DE LAS VIOLENCIAS!”, comienza la proclama.

Y agrega: “Somos todas esas identidades que buscaron oprimir pero que, en unidad, seguimos tejiendo redes, de manera independiente y organizada, apostando al cuidado colectivo”.

Con un claro mensaje para frenar la discriminación y otras formas de violencia: simbólica, mediática, obstétrica, política, física, sexual, psicológica, laboral y económica en diferentes ámbitos, la movilización pretende visibilizar y alzar la voz de cientos de mujeres y minorías que sufren a diario la opresión.

“¡No hay vida en libertad y sin violencias, si la deuda sigue siendo con nosotres y nos sigue ajustando! ¡Las estafas no se pagan!”