Un momento muy esperado por todos los rosarinos. Finalmente el museo Firma y Odilo Estévez reabrió sus puertas luego de siete años. Con música y actores interpretando roles de la época, y con la participación de gran cantidad de ciudadanos, el tradicional espacio de arte decorativo ubicado en Santa Fe 748 volvió a funcionar.

Actores ataviados a la usanza de los antiguos habitantes de la casa y de sus trabajadores domésticos de comienzos del siglo pasado (ama de llaves, cocinero, dama de compañía) recibieron a las nuevas visitas. Además, el coro Pro Música brindó un concierto en el museo y la Jazz Band, en la plaza 25 de Mayo.

 

El proceso de restauración acaba de cerrar una primera etapa. La arquitecta a cargo del proyecto, Larisa Prestipino, detalló que «fue un trabajo en equipo con la Municipalidad. Tuvimos poco tiempo, un mes, pero nos quedamos muy contentos con el resultado obtenido. Es una primera etapa y luego continuaremos«. 

“Este museo es una joya patrimonial de Rosario, de Argentina y de América Latina”, expresó la actual directora Analía García.

En la misma línea se expresó en diálogo con Conclusión el secretario de Cultura municipal Dante Taparelli: «Es muy importante este museo por su patrimonio, hay cientos de millones de dólares en este lugar, desde vidrios egipcios hasta cuadros de autores como Rivera, Goya. Por el puerto han llegado tesoros en los barcos. Es un patrimonio que los propietarios tomaron la decisión de legarlo a la ciudad».

«Los objetos de arte refinan el espíritu, son parte de una cultura. Eso está armado en un espacio como una enciclopedia para la gente que venga. El tema no es mirar la obra, sino toda la historia que ella encierra«, agregó Taparelli.

 

Una de las novedades es un piso transparente transitable en el hall central, realizado como parte de un emprendimiento público-privado con la empresa constructora MSR. El piso transparente permitirá ver el yacimiento excavado e investigado por el Centro de Estudios Arqueológicos de Rosario (CEAR). Este portal conectará el presente de desarrollo con los orígenes de la ciudad de Rosario, cuando era una villa (aldea colonial) en el Pago de los Arroyos. La obra expone las acequias y el pozo que no solo pertenecieron a los propietarios anteriores a la familia Estévez sino que existen posiblemente desde fines del siglo XVIII, detallaron.

Además, se generó la «Tienda», un nuevo espacio para la exposición de obras de arte de autores contemporáneos, que «cruza lo antiguo con lo moderno para hacer un puente generacional», según el propio Taparelli. Allí también los visitantes pueden adquirir recuerdos de su paso por el lugar. «Es una red de tiendas culturales, que trabajan con diseño de autor y emprendedurismo», indicó el curador Mauro Guzmán.

 

 

Un poco de historia

El Museo Municipal de Arte Decorativo existe desde 1968. Fue constituido por la donación de la casona y de sus contenidos que efectuó su propietaria Firma Mayor, viuda de Estevez. Ella y su esposo Odilo la habían comprado en 1921 a otro matrimonio, el de Melitón de Ibarlucea y Rita Alcácer.

Hace un siglo, los arquitectos Gerbino y Schwarz elaboraron para los Estévez el proyecto por el cual el patio central de la tradicional casa fue reconvertido en lo que hoy es el hall central. Se techó el antiguo patio, y para permitir el ingreso de luz natural, se encomendaron los vitrales al taller de Salvador Buxadera. Se instaló un hermoso piso de roble de Eslavonia, traído desde Bovisio (Milán, Italia), donde había sido manufacturado por la firma Fratelli Sari.

La familia Estevez Mayor la hizo refaccionar con los prestigiosos arquitectos locales José Gerbino y Leopoldo Schwarz. Reunió, a lo largo de treinta años, una colección exquisita: mobiliario español de los siglos XVI, XVII, y XVIII, copias de muebles franceses del siglo XVIII, una colección de pinturas y esculturas europeas; trabajos en marfil, vidrio, porcelana, jades europeos, americanos y orientales, platería colonial, tapices, alfombras, y luminarias de bronce y cristales.

Todo ese tesoro, y la casa que lo alberga, están bajo la tutela de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario. En 2011, se firmó el decreto presidencial 352, que declara al Museo Estévez como Monumento Histórico Nacional. Siendo, además de la Catedral y del Palacio Municipal, uno de los tres únicos edificios del siglo XIX que perduran en torno a la plaza 25 de mayo, la casona que hoy es el Museo fue edificada por sus más antiguos propietarios asentada sobre las ruinas de una construcción más antigua aún, quizás una de las primeras que se hayan erigido alrededor de la antigua plaza central de la villa original del Pago de los Arroyos.