Por Alejandro Maidana

El 1° de abril de 2016 los supermercados y autoservicios de Rosario dejaron de entregar bolsas descartables. Esta medida tuvo muy buena recepción en la ciudadanía y posteriormente otras ciudades emprendieron medidas similares, tal como la ciudad de Buenos Aires.

Si bien empujó a un cambio de conciencia sumamente necesario, en torno a la cultura del descarte, no resulta nada fácil avanzar en ese sentido. Se debe interceder de manera constante en conductas compulsivas y repetitivas, ya que éstas suelen minar el camino que puede conducir hacia un necesario cambio de paradigma cultural.

Basura Cero UNR

La propuesta incluye trabajar en estrategias de reducción, eliminando el uso de descartables, separación en origen, articulación con cooperativas de cartoneros y cartoneras, compostaje de la fracción orgánica y educación ambiental. Del 10 al 17 de diciembre la comunidad universitaria está invitada a votar el Proyecto #14 en el Presupuesto Participativo.

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La iniciativa fue elaborada por estudiantes, graduados y docentes, con el apoyo y acompañamiento del Grupo de Estudiantes Autoconvocados (GEA), Taller Ecologista y el Centro de Estudios en Políticas Ambientales (Cepas).

“Sólo en Rosario, más de 800 toneladas por día se tiran en el relleno sanitario de Ricardone. Pero en lugar de enterrarlos se podrían recuperar el 80% de estos materiales. Un proyecto como éste podría ser un ejemplo para inspirar en la ciudad propuestas innovadoras en la gestión de residuos”, señalaron sus impulsores, quienes a su vez lanzaron una interesante movida de sensibilización y difusión sobre la temática en las redes sociales.

Sobre el proyecto #14

El proyecto, en primer lugar, apunta al desarrollo de políticas que fomenten la reducción en la generación de residuos. Esto comprende a todos los espacios de la UNR y en particular a los comedores universitarios. Para ello se propone eliminar el uso de vajilla y otros elementos descartables. En el caso de estos últimos -elementos no reciclables- se plantea comprar alternativas reutilizables y lavables para las dependencias de la UNR, para eventos académicos y, en particular, para los comedores, incluyendo además tuppers para vender al costo a los estudiantes, evitando así el uso de descartables en las viandas.

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En segundo lugar, se plantea promover la separación de residuos en todas las dependencias de la UNR en orgánicos para compostaje, reciclables y no recuperables. Uno de los elementos centrales es articular con cooperativas de cartoneros para la recolección y tratamiento de reciclables. Por otro lado, uno de los espacios más importantes para desarrollar separación de orgánicos son los comedores universitarios en los que hay una alta generación de estos residuos. La fracción orgánica, separada en origen, se llevaría a los espacios de compostaje que se planifica desarrollar.

En tercer lugar, justamente, se propone implementar tres sitios de compostaje: en la Facultad de Ciencias Agrarias (Zavalla), en la Facultad de Ciencias Veterinarias (Casilda) y en la Ciudad Universitaria Rosario (Siberia). Sobre este último cabe destacar que en 2016, Taller Ecologista junto al INTI elaboró un proyecto para el compostaje de los residuos orgánicos del comedor universitario. El año pasado este proyecto fue retomado junto con el Cepas y presentado nuevamente a la Universidad, la que a través del rector Franco Bartolacci manifestó su acuerdo y apoyo.

Educación Ambiental

Asimismo, todo el proyecto estará atravesado por estrategias de Educación ambiental, implementando instancias de sensibilización y capacitación para toda la comunidad universitaria, en la temática de residuos con perspectiva ambiental y de inclusión social. Se propone a la vez sumar a cartoneros como promotores ambientales.

El proyecto, en su integralidad, busca que la UNR sea un ejemplo para la ciudad y pueda plasmar en hechos concretos su compromiso con la sociedad y el ambiente. La universidad podría, de este modo, marcar el camino para afrontar los enormes desafíos sociales y ambientales que tenemos en este siglo.

Con la intención de sumar una necesaria reflexión sobre esta propuesta que se ha puesto en marcha, Conclusión dialogó con Mirko Moskat, integrante del Taller Ecologista de Rosario. “El proyecto fue elaborado principalmente por estudiantes de Ciencias Agrarias, pero el mismo se fue nutriendo de ideas, iniciativas y propuestas que se venían desarrollando desde el Taller y otras organizaciones con distintos ejes que se fueron incluyendo”, indicó.

Desde el Taller contaban con una propuesta destinada al compostaje de los residuos orgánicos del comedor universitario. “Esto lo impulsamos con el CEPAS y también contamos con el desarrollo de trabajos sobre la propuesta de reducción de residuos eliminando el uso de descartables, de esto hace ya un tiempo. Por ejemplo habíamos participado de una propuesta que se había hecho para una de las facultades hace un par de años, en definitiva iniciativas que veíamos se habían iniciado en otras facultades”.

Para concluir, Moskat indicaría que “por ello se intentó armar una propuesta lo más integral posible, que incluyera todas las dimensiones, desde la reducción en la generación de residuos, en este caso particular del uso de descartable, la separación, el compostaje, la articulación con cooperativas de cartoneros para la gestión de los materiales descartables. Destacando que cuando hablamos de educación ambiental, es imprescindible incluir a otros actores sociales como son los grupos de cartoneros y cartoneras, huerteros y huerteras, por ello se ha intentado armar un proyecto que contemple todo esto, permitiendo que la universidad de algún modo, se convierta en un ejemplo teniendo políticas ambientales de avanzada”.