El debate en torno a las paradas de taxis en la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno no descansa. El privilegio de algunos taxistas, con sus aprietes y amenazas, la falta de control y el incumplimiento de la normativa fueron los indicios de un conflicto que todavía sigue vigente y que baraja nuevas soluciones.

Precisamente a los fines de intentar arreglar un problema que ya lleva meses, la concejala Fernanda Gigliani del bloque Iniciativa Popular, presentó hoy un proyecto de reestructuración de las paradas.

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Realizado en conjunto con un grupo de taxistas víctimas de aprietes y los comerciantes del Paseo Comercial Cafferata, la iniciativa supone la creación de una calle interna en el predio de la terminal adyacente a calle Córdoba que desencadene en Cafferata y sea éste el único lugar habilitado para subir pasajeros. Así, se eliminaría sobre Santa Fe la posibilidad de ascenso de pasajeros y sólo quedaría activa para los descensos, con cuatro ingresos diferentes.

 

A su vez en calle Cafferata y Santa Fe funcionaría un semáforo inteligente que permita que aquellos que deseen ir a zona norte puedan doblar por Santa Fe o tomar una mini rotanda que permita agarrar Cafferata.

Esta nueva organización pretende abandonar la actual disposición de espera de los taxis por calle Cafferata -que genera el reclamo de comerciantes y vecinos del sector- y a la vez, no volver al anterior esquema de doble dársena sobre esa calle.

Es un intento por solucionar la doble dársena sobre calle Cafferata que llega hasta San Lorenzo con doble fila”, dijo a Conclusión la edila y amplió: “Es un proyecto que se puede hacer en el corto plazo, sin demsiada inversión económica”.

En ese sentido, Gigliani consideró que “es la salida que hay que generar desde la Municipalidad porque hay un gasto importante del Estado con inspectores presentes en este lugar que intentan controlar la situación, por eso con esta reestructuración, más la cámaras que se instalaron por Cafferata dificultaría el apriete y ayudaría en la circulación del tránsito”.

La concejala defendió la propuesta ya que asegura que a pesar de los controles que se han instalado en las paradas, todavía siguen produciéndose situaciones de choque y conflicto. “Seguimos yendo todas las semanas a la fiscalía a denunciar aprietes y amenazas”, apuntó.

La propuesta ya está en manos de los funcionarios municipales responsables del área para ser analizada.

Taxis y tarifas

Una de las taxistas participantes del proyecto de Gigliani fue consultada por la crisis económica que atraviesa el país, y por cómo impacta, qué efecto produce en el servicio. Respecto a una posible suba en la tarifa, dado los aumentos del combustible y los costos de mantenimiento del vehículo, la conductora de taxi descartó la opción.

No estamos de acuerdo con un aumento en la tarifa porque de por sí ha mermado demasiado nuestro trabajo, si encima agregamos un aumento, la situación sería muy complicada”, señaló.

Luego aseguró que de concretarse esa idea, “la gente se bajaría del taxi, sería mucho menos trabajo de lo que hay ahora” y amplió: “El trabajo ha bajado entre un 30% y un 40%. Se hacen colas interminables en las paradas porque no hay trabajo y estar dando vueltas genera gastos en el combustible”, cerró.