El coronavirus no se quiere ir, y muy por el contrario, en Rosario y el país en general, ha empezado a manifestarse en su máxima expresión. A falta de certezas en relación al virus que sacude al mundo entero, estos días de calor y la proximidad de la primavera y el consecuente verano despiertan esperanza en la población, pero la realidad es que aún es temprano para afirmar que las altas temperaturas podrían ser un paliativo para frenar los contagios.

Resulta difícil hacer un pronóstico sobre qué sucederá cuando se instale el verano en Rosario porque vamos a seguir atravesando próximas semanas con este promedio de contagios”, apuntó el secretario de Salud municipal, Leonardo Caruana en contacto con LT8.

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En ese sentido, aclaró que “estos días de cambio climático no generan cambios sustanciales en la estrategia de salud. Recordemos que la gran mayoría de los contagios se ha registrado en ámbitos cerrados, laborales y de reuniones afectivas, pero si no se cumplen con los protocolos necesarios aunque se esté al aire libre, sí es riesgoso”.

“No hay posibilidad de estrategia sanitaria efectiva si las personas no se cuidan”

En relación al incremento de la curva de contagio en la ciudad, Caruana señaló que se trata “del mismo escenario de la semana pasada; un escenario que sigue la evolución de la curva del país, donde coexisten conglomerados que ya estábamos siguiendo, instituciones de salud, geriátricos y refugios”.

Respecto al DNU presidencial que suspende las reuniones afectivas en todo el país hasta el 17 de agosto, el médico local sostuvo que “la suspensión dictada es una herramienta necesaria pero no es totalizante; no va a resolver de por sí esto. No sabemos cuándo va a terminarse esta situación”.

A propósito consideró que “la posibilidad de un retroceso de fase siempre está, porque es una herramienta que propende a conservar el sistema de salud, el cual no está en crisis y eso es lo que ha que impedir”.