Una postal se repite en Rosario, como en el siglo 19 pero en 2021, una gran cantidad de personas deben ir a buscar agua a canillas en su barrio para llenar botellas y abastecerse del elemento vital.
En San Martín Sur (Platón y Martín Fierro, al sur de la ciudad) y Cañaveral (oeste), dos de los tantos barrios populares de Rosario, los habitantes no cuentan con conexiones de agua, por lo que deben acudir a buscar agua, en la mayoría de los casos, a varias cuadras del domicilio. Esta dramática situación se da también en otras zonas de Rosario e inmediaciones, como es el caso de Cabin 9.
Este miércoles, Defensa Civil envió un camión a San Martín Sur para proveer de agua a los vecinos pero según les dijeron, irán solamente una vez por semana o cada quince días.
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Evelin, vecina de San Martín Sur comentó a Conclusión que “no hay presión de agua”. Y cuanta que la organización Techo, que trabaja en el lugar, inició gestiones para iniciar una obra con el fin de colocar agua potable. Pero “el proyecto se cayó” porque “hay vecinos que no querían que se inicie la obra porque tenían que romper la calle”.
Además, la situación de la falta de conexiones provoca enfrentamientos entre los vecinos, ya que desde un sector del barrio se oponen a que el otro acceda a la llave de paso para no quedarse sin agua, según contaron los habitantes del lugar.
“Hace 16 años que vivo acá y siempre hubo problemas con el agua”, remarca Evelin, quien también comenta que existen dificultades con la electricidad, ya que sufren cortes permanentemente.
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Ana María, otra vecina del barrio, indicó que “la mitad del barrio está sin agua; antes traían cubas pero ya dejaron de entrar”.
“Queremos que nos solucionen el problema”, reclama la mujer. Y agrega que su hija y su nuera, ambas embarazadas, todos los días caminan varias cuadras con las botellas de agua para llevar al hogar. “Así no se puede vivir”, expresa.
Cañaveral, la misma situación
En el Cañaveral se produce la misma situación, la falta de obras les impide a los vecinos poder contar con el insumo más importante para la subsistencia.
En el barrio viven unas 350 familias, que sufren a diario la falta de servicios. Uno de los habitantes es Raúl Olivera, quien detalla que “hace dos semanas que no sale nada de agua. Antes a las 6 íbamos a juntar agua para el día, ahora ni a esa hora sale”.
El problema se agrava en esta época del año, ya que las personas utilizan gran cantidad de agua para llenar piletas a diario: “La gente carga la pileta todos los días. Entonces eso nos deja sin agua.
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““Hemos hecho el reclamo a Aguas Provinciales pero no tenemos respuesta de nada. Hicimos los reclamos a todos lados: en Aguas Provinciales pero no tuvimos respuesta, en el presupuesto participativo, tuvimos reunión con Provincia, pero son todas promesas”, dijo indignado.
A la vez que contó que “una de las ideas es hacer un caño maestro y enseñarle a los vecinos cómo hacer la instalación”.
