Por Alejandro Maidana
De manera sigilosa, pero conservando su paso firme, las reivindicaciones históricas de los pueblos preexistentes al Estado, siguen su camino con la dignidad como bandera y la autodeterminación como horizonte. Al ritmo de una frontera sojera que solo entiende de desmonte y fumigación, aquellos que fueron corridos por el argumento capital, siguen buscando asilo y oportunidades en las grandes metrópolis que ofician de “contención”.
La pobreza avanza al ritmo de los asentamientos irregulares, refugio de los desplazados, de los agredidos por el estado y un sistema económico que lejos de incluirlos, los exluye. La Constitución Nacional y su insana costumbre, la de aparecer solo para justificar la disciplina que busca impartir el statu quo, barriendo hacia los márgenes aquellos artículos que propugnan la igualdad.
Rosario tiene una barriada que reúne a más de 20.000 hermanas y hermanos originarios en la zona noroeste, sus reclamos y reivindicaciones son de larga data, al derecho al acceso al agua potable y de calidad, se le suma una emergencia habitacional que acorrala los días de aquellos que no se resignan a ser “los últimos orejones del tarro”.
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Este viernes distintas comunidades indígenas de la ciudad de Rosario, participaron de distintas reuniones con funcionarios públicos con la intención de acelerar los procesos de entrega de lotes y viviendas. La meta y los reclamos tienen su anclaje en mejorarle la calidad de vida a las distintas familias, y encontrar respuestas a las demandas históricas por enorme déficit habitacional que existe en las comunidades.
En diálogo con Conclusión, Luis Báez, referente de la comunidad moqoit, indicó que “las hermanas y hermanos vienen insistiendo estoicamente en un reclamo que no es otro que el derecho al acceso de una vivienda digna. En los últimos días hubo un intento de toma de los terrenos que nos corresponden por otros sectores, algo que alertó a las familias que se encuentran esperando la entrega de esos lotes y viviendas”.
Quiénes participaron de las distintas reuniones calificaron a las mismas como muy positivas de cara al futuro. “Estuvimos charlando con Estrella Scolari, Asesora política de la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo de Rosario, con Amado Zarzón, secretario de Hábitat, Vivienda y Urbanismo de Santa Fe y otros funcionarios. Participamos referentes de las comunidades Qom y Moqoit de Rosario, junto a la Dirección Provincial de Pueblos Originarios (Ministerio de Desarrollo Social), la Dirección Provincial de Habitat, Urbanismo y Vivienda (Ministerio de Infraestructura, Servicios Públicos y Hábitat) y la Secretaría provincial de Derechos Humanos (Ministerio de Gobierno, Justicia y DDHH)”.
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Como saldo de la reunión, se acordó una mesa de trabajo, se organizó un equipo técnico que trabajará junto a nuestras comunidades, y se habló de cupos de viviendas y de reuniones periódicas para coordinar y cerrar los acuerdos. “La ministra de infraestructura asumió el compromiso político de solucionar esta problemática de hábitat, los funcionarios han dado su palabra y nosotros la tomamos. Vamos a seguir organizados y en asamblea permanente, la deuda con nuestros pueblos es histórica, por ello no vamos a resignarnos y a bajar los brazos. La única batalla que se pierde es la que se abandona”, concluyó Báez.
