La vacuna preventiva contra el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) se encuentra en un estado avanzado y convocan en Rosario y la región a voluntarios para probarla. De resultar eficaz, esta dosis se convertiría en un elemento fundamental para prevenir la infección.

Para testear la vacuna se convocaría a 100 y 130 personas de Rosario y la región, que se suman a los 3.800 voluntarios que realizarán la prueba en ocho países del mundo. Éstos deberán tener entre 18 y 60 años y ser VIH negativo.

El director del Instituto Caici, Sergio Lupo, dijo a Radio 2 que los voluntarios comenzarán a inscribirse la próxima semana a través de entrevistas y que Argentina aportará 400 personas a la prueba global.

Además, indicó que quienes se ofrezcan para probar la vacuna recibirán cuatro dosis de ésta durante un año. Por otro lado expresó que del proyecto podrán participar «hombres que tengan sexo con hombres y la población transgénero, fundamentalmente quienes mantengan sexo con riesgo».

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Al respecto, indicó que se dará prioridad en la participación de la experiencia a personas con alto riesgo de contraer el virus. «El 35 por ciento de la población transgénero tiene VIH y el 15 por ciento entre los hombres que mantienen sexo con hombres. Siempre se prueba con la población que está más en riesgo porque la vacuna será para quien más lo necesite”, detalló Lupo.

Finalmente, agregó que los estudios de esta vacuna en animales dieron un un 94 por ciento de disminución de infección, lo que es un buen indicador para se aplicación en seres humanos. «En los humanos, fue probada en 400 persona y de demostró que es segura y tiene pocos efectos Fundación Huesped

adversos”, dijo el médico.

¿En qué consiste el estudio?

El infectólogo y director médico de la Fundación Huésped, Pedro Cahn, explicó que si la vacuna resulta eficaz será «un componente fundamental para agregar a los programas de prevención combinada».

Se trata del Estudio Mosaico, una prueba de alcance global que reúne a centros de Argentina, Brasil, España, Estados Unidos, Italia, México, Perú y Polonia del que participarán 3.800 personas que no tienen VIH, de 18 a 60 años, y con alto riesgo de contraer el virus, es decir, aquellas que por sus conductas, actividad o falta de acceso a derechos sean más vulnerables.

La vacuna se basa en la combinación de varias proteínas del VIH que se agregan genéticamente a un vector viral (el adenovirus 26) inofensivo para los humanos, pero que resulta efectivo para generar inmunidad específica contra los diferentes subtipos de VIH.

«Lo que hace es estimular al sistema inmune de los participantes a producir anticuerpos protectores», explicó Cahn e informó que Huésped será el centro en Argentina donde se llevará adelante la investigación.

El especialista detalló que «a cada voluntario se le ofrecerá un paquete ampliado de prevención del VIH -preservativo, profilaxis preexposición (PrEp), etc.- y recibirá de manera aleatoria la vacuna o el placebo».

Más allá de corroborar si a pesar de toda esta protección se produce alguna nueva infección, el estudio se focalizará principalmente en evaluar la reacción en el cuerpo del paciente y su respuesta inmunológica, esto es, los anticuerpos que generaron.

Actualmente el estudio se encuentra en Fase III, una etapa que desarrolla ensayos a gran escala e involucra a miles de personas en todo el mundo; esta fase es definitiva para determinar si se aprueba o no una medicación o vacuna para su comercialización.

Cahn adelantó que «los resultados del estudio estarán disponibles en 2023», e informó que las personas interesadas en participar de la investigación pueden contactarse a través del sitio web de la Fundación.

«Si pensamos que gracias a la vacuna contra la polio hoy estamos a un paso de erradicar esta enfermedad del mundo, podemos imaginar cómo encontrar finalmente la vacuna contra el VIH podría impactar en la historia de la epidemia a nivel global, sobre todo en aquellas personas que están más expuestas al virus», concluyó Cahn.

El estudio es impulsado por la Red de Estudios de Vacunas para el VIH (HVTN por sus siglas en inglés) de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos (NIH) y la compañía farmacéutica Janssen.