Por Lautaro Zeballos

El sociólogo Octavio Crivaro será precandidato a gobernador por el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) dentro de la interna del Frente de Izquierda Unidad (FIT-U), con la idea es ofrecer una opción electoral que pueda canalizar la bronca de la ciudadanía a través de una agenda totalmente contraria a la que propone la ultraderecha. Desde el espacio sostienen que las soluciones a los problemas estructurales que atraviesan la provincia y el país no van a venir de la mano de los sectores que gobernaron en los últimos años y plantean que es fundamental avanzar en la nacionalización de los recursos centrales de la economía.

En una entrevista exclusiva con Conclusión, el militante del PTS manifestó que, ante las propuestas que copan el debate político en los grandes medios de comunicación y entre los dirigentes de los distintos oficialismos, es momento de «pelear de una vez por todas por una salida por izquierda, desde abajo; que sea de los trabajadores». En esa línea, sostuvo que es central enfrentar la crisis socioeconómica actual con estrategias que repartan las horas de trabajo y creen puestos laborales de calidad.

Dicha iniciativa -manifestó Crivaro ante este medio- podría impulsarse desde cualquier distrito y depende en gran parte de la voluntad política de quien esté en el gobierno. El proyecto tiene anclaje en otra propuesta que elevan desde hace tiempo en el FIT-U: la reducción de la jornada laboral.

«Los economistas del PTS hicieron un cálculo que marca que, tomando 12.000 grandes empresas y dividiendo las horas de trabajo, podrían crearse un millón de puestos laborales, pero para realizar eso hay que afectarle la ganancia a los grandes empresarios», indicó el futuro precandidato a gobernador, quien además aclaró que -al contrario de lo que muchas veces se intenta instalar para deslegitimar la iniciativa- esta medida no iría a imponerle a una pyme o un kiosco familiar que tenga un empleado más, si no que afectaría solo a las firmas empresarias de gran tamaño.

Según Crivaro, esta línea de acción no es un recorrido que los actuales gobiernos planeen recorrer, debido a que existen dos consensos sobre los que definen gestiones presentes y futuras. Uno de ellos -apuntó- gira en torno al Fondo Monetario Internacional y el respeto al programa acordado con el organismo, que constituye un cepo al crecimiento del país; otro, en cambio, mantiene el pacto de no molestar a los grandes empresarios. Todo lo demás aparece como variable de ajuste.

«Antes veíamos que había pobres, pero ahora existen nuevas categorías, como los asalariados en blanco, con derechos y posibilidad de asociarse a un sindicato, que también son pobres. Entonces, te dicen que baja la desocupación, pero en realidad hay un crecimiento brutal de los monotributos. Lo veo en mi trabajo, que damos de alta monotributos sociales», cuestionó el militante del PTS, que realiza funciones de atención al público en Anses.

«Hay una dualización de la sociedad que es cada vez más brutal -enfatizó-, donde tenés sectores que ganan con pandemia; guerra y crisis económica, y un sector que se rompe el lomo 12 horas por día y cada vez está económicamente peor. Bueno, la izquierda trata de meterse en esa realidad. Es parte de las peleas que damos. Todos los que somos candidatos somos laburantes. También queremos ver cómo convertir esa bronca que hay en un proyecto político que tenga cada vez más fuerza; con los trabajadores y la juventud precarizada».

¿Por qué la Gobernación de Santa Fe?

El futuro precandidato a Gobernación por el Frente de Izquierda Unidad compitió electoralmente en otras categorías, pero en esta oportunidad decidió aspirar a la Casa Gris porque asume que es un lugar altamente estratégico, por las características propias de la provincia, para impulsar medidas vinculadas a la protección de los derechos laborales y la promoción de políticas que garanticen el acceso a los alimentos y a un techo digno para vivir.

«(Este territorio) concentra mucho de la pelea política, es una provincia brutalmente desigual. Estoy repodrido de que nos digan que Santa Fe es una provincia pobre. Lo mismo dice la derecha respecto del país. Argentina es un país riquísimo y Santa Fe es probablemente de las provincias más ricas junto con Córdoba. Lo que hay es una desigualdad absoluta, porque todos los gobiernos -del PRO y el de este peronismo de ahora-, Gobiernan para que los cerealeros sean cada vez más ricos; para que Cargill gane más», criticó.

«Proponemos nacionalizar los puertos y las cerealeras -amplió-. Eso obviamente que no va a pasar de la mano del macrismo, pero tampoco de la mano del peronismo que cada vez garantiza más que esos sectores tengan poder de fuego. Coquetearon en su momento con eso con lo de Vicentin, pero Alberto Fernández la cajoneó de la manera más brutal, como cajonearon la Ley de Humedales y cada medida que va en contra del sector al que le garantizan sus ganancias».

Al momento de ampliar sobre esta propuesta que impulsan desde el FIT-U, el precandidato del PTS indicó que, si bien a la izquierda se la suele acusar de querer avanzar en expropiaciones masivas para demonizarla, en realidad se apunta a la expropiación y nacionalización de determinados sectores nodales de la actividad económica.

«Nosotros no queremos nacionalizar y expropiar todo; queremos nacionalizar todos los recursos centrales de la economía. No vamos a tocar el remis o el taxi de alguien, hablamos de los bancos, las cerealeras, las grandes siderúrgicas y los grandes supermercados. Son empresas que tienen que estar controladas por trabajadores, en manos del Estado, garantizando el acceso a alimentos baratos, priorizando que haya pan barato en la mesa de los argentinos y no las exportaciones para negocios privados», resaltó.

Según planteó el militante del Partido de los Trabajadores Socialistas, fueron precisamente los grandes empresarios los que llevaron al país a la crisis actual, con los distintos gobiernos como principales socios de ese declive. Por eso -enfatizó- no alcanza con poner funcionarios a controlar los precios -como tiene asignado el secretario de Comercio, Matías Tombolini-, sino que es imprescindible implementar medidas que aborden estructuralmente la situación.

Interna y disputa del voto proveniente del hartazgo

Al menos hasta el momento, Octavio Crivaro (PTS) competirá en una interna con Jimena Sosa (MST) y Carla Deiana (PO) dentro del Frente de Izquierda Unidad. Se define este escenario como provisorio porque las conversaciones para lograr la mejor oferta electoral posible -que pueden incluir acuerdos entre los diferentes precandidatos- continúan.

Cualquiera de ellos -o los tres- irán en busca del voto de aquellos estudiantes, trabajadores y desocupados que depositaron sus esperanzas en el Frente de Todos y terminaron desencantándose al percibir un rumbo que -dicen desde el FIT- no varió radicalmente los resultados de la administración que encabezó Mauricio Macri desde la presidencia. A nivel provincial -apuntan- ocurrió algo similar, pero centrado en la seguridad.

La intención es que el hartazgo sea canalizado por izquierda, pero saben que el gran aparato de difusión mediática promueve que el actual diputado nacional y futuro precandidato a presidente, Javier Milei, sea la cara del enojo ciudadano. Según analiza Crivaro, esto no significa que haya una derechización de la sociedad toda, mucho menos en la juventud en particular, como suele postularse.

«Como todo lo que dicen los medios, siempre se basa en algo real y exageran en el 97% restante. En la juventud veo bronca y desazón. Hay un hartazgo enorme con la clase política. Ante eso, la izquierda es una herramienta a mano, por eso creció mucho en las últimas elecciones. Es más fácil hablar de que se fortalece la derecha, pero en un ambiente de bronca tiene sentido que un sector apoye la figura de Milei, porque es un tipo que grita y se expresa de manera disruptiva», expuso ante este medio.

Aun así, no considera que el sentimiento de sentirse representados por Milei vaya más allá de la forma en la que muestra enojo ante cámara, ya que -recalcó- solo una minoría ruidosa es la que está realmente de acuerdo con el plan de gobierno que expone el economista. «Lo que gusta es la idea de putear a los políticos y dolarización, pero es imposible que te haga cobrar en dólares», resumió el también sociólogo.

Y concluyó: «Si hay una canalización por derecha es porque hay una política sistemática de contención social por parte del peronismo para que no se exprese por izquierda. Si hubiera huelgas y paros generales con movilización, no tendría nada que hacer Milei. Con la gente movilizada, el programa de la derecha no dura ni tres minutos».

Las ideas que tiene el PTS para abordar la problemática de violencia y crimen organizado; la manera en la que desarrollarán la campaña de cara a las PASO; y la propuesta que respaldarán a nivel nacional para las elecciones presidenciales, en la entrevista completa disponible en el canal de Conclusión TV.

Grabación y edición de video: Sofia King