La Asociación de Trabajadores del Estado de Rosario (ATE) y la Asociación de Magisterio de Santa Fe (Amsafe), realizó este viernes una conferencia de prensa para denunciar que el Gobierno Nacional lleva tres años sin actualizar las partidas presupuestarias de los comedores escolares.

La secretaria de Asuntos Sociales de Amsafe Rosario, dialogó con Conclusión y contó que «lamentablemente, en estos últimos tres años ha sido congelada una cuestión tan fundamental, un derecho humano básico, como la alimentación de las niñas y niños de nuestro país».

«En las escuelas y comedores se hacen malabares, que incluyen hacer matecocido y fideos», por lo que «no se puede garantizar una alimentación adecuada, integral, para los chicos. Uno de cada cuatro concurren a los comedores escolares, la copa de leche es la comida más importante del día», agregó.

Por su parte, la secretaria adjunta de ATE Rosario, Lorena Almirón, explicó que el importe por ración es de $1,62 por chico y $0,68 para la copa de leche. Mientras tanto, los alimentos que consumen habitualmente los chicos en el comedor escolar (carne, lácteos y pan) han recibido un incremento de hasta un 170% en el último tiempo.

Cómo si este desfasaje entre necesidad e insumos fuera poco, los escasos recursos enviados por Nación llegan con demora de hasta tres meses. «Adeudan las partidas de abril, mayo y junio. En estos días ha llegado un refuerzo correspondiente al mes de julio, pero todavía adeudan tres meses», explicó Almirón.

En los últimos dos años, se incrementaron los pedidos de creación de nuevos servicios, principalmente de copa de leche: en 2017 se crearon 41 nuevos servicios de copa de leche, lo que representó un total de 6177 raciones nuevas, mientras que en 2018 se crearon 60 servicios, con un total de 10.128 nuevas raciones. Estos nuevos servicios no reciben los aportes de Desarrollo Social de la Nación, debido a su congelamiento desde 2016.

En relación al monto provincial destinado por ración, los gremios apuntaron que se actualiza dos veces al año, aunque al igual que los salarios va muy por detrás de la inflación y solo cubre el 50% de lo que debería ser la partida.

Ante la gravedad de los números, Nardini señaló: «el hambre es un crimen y hay responsables de esa situación».